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El abad de Poblet: "Estamos avergonzados, doloridos y arrepentidos por la sombra de duda"

Octavi Vilà se refiere a los presuntos tocamientos de un monje a una niña de 5 años en su homilía de la misa conventual.

Monasterio de Poblet.
El monasterio de Poblet en una imagen de archivo.
Europa Press

El abad del monasterio de Poblet (Tarragona), Octavi Vilà, ha dicho este domingo que su comunidad está "avergonzada, dolorida y arrepentida por la sombra de duda de lo que hayan podido hacer mal, de lo que haya podido parecer a otros que hayamos hecho mal", en alusión a los presuntos tocamientos de un monje a una niña de 5 años.

El monje, de 68 años, fue detenido el pasado día 25 y está en libertad con cargos y medidas cautelares después de haber sido denunciado por un turista alemán que captó con su cámara fotográfica cómo el religioso tocaba a la niña mientras jugaba con ella en la plaza del monasterio.

El suceso ocurrió el 15 de agosto, tras la misa conventual a la que asistieron los padres de la menor, que no han presentado denuncia, cuando el monje acompañó a la salida a la familia y jugaba haciendo cosquillas a la menor delante de sus padres y en un lugar público, aunque la fotografía captó cómo tocaba a la niña y el religioso admitió al parecer haber tocado una vez a la menor.

En la homilía de la misa conventual de esta mañana en Poblet, presidida por el abad, que mantiene apartado al monje y le ha retirado todos sus derechos capitulares, el responsable de la comunidad cisterciense se ha referido al suceso para decir que confía "en la Justicia" para dilucidar la verdad.

"Nos sentimos como comunidad profundamente avergonzados porque la sombra de la sospecha planea sobre lo que ha podido ocurrir en esta iglesia hace pocos días. Porque si un hermano de comunidad comete una falta, cuando peca, en cierto modo se puede decir que peca toda la comunidad, sea por acción o por omisión, y el superior debe ser el primero en asumirlo y detrás de él cada hermano", ha explicitado el abad. Además, ha lamentado que se hayan convertido "en piedra de escándalo para creyentes y no creyentes, cuando deberíamos ser siempre sólo mensajeros de paz y generadores de serenidad".

"Cuando se escandaliza no vale invocar circunstancias, momentos o condiciones porque el mal del escándalo no sabe de estas cosas, solo sabe del dolor que pueden provocar nuestras acciones y hemos escandalizado antes que a nadie a quien observó un hecho que, de ser cierto, nunca se debería haber producido", ha admitido Vilà.

"Luchar contra todo tipo de abusos en la Iglesia"

También ha señalado que como comunidad están "intensamente doloridos porque tal vez hemos hecho daño a un inocente, porque tal vez hemos hecho daño a una familia, porque tal vez hemos hecho daño a toda la Iglesia y a mucha gente". "Intensamente doloridos también porque un hermano nuestro está siendo investigado y la misericordia también debe prevalecer para él, acompañándolo espiritualmente, procurándole medios para curar sus heridas, con una defensa justa hasta una resolución definitiva", ha añadido el abad.

"Nos duele profundamente lo ocurrido y manifestamos compromiso y voluntad decidida de luchar contra todo tipo de abusos en la Iglesia y de hacer de este monasterio un lugar seguro para todos", ha remarcado Octavi Vilà, que ha implorado "el perdón empapado del propósito de enmienda".

El abad también ha apuntado que "la tentación de cargar a los demás algo infamante, de esparcir calumnias nos puede enturbiar el alma y hay que evitar incluso aquellos que queriendo ayudar terminan por enturbiar la verdad".

El abad cisterciense ha insistido en que "la verdad saldrá a la luz y eso es lo que nos interesa a todos, es lo verdaderamente importante, pero hasta entonces todo serán sombras, dudas, especulaciones más o menos malintencionadas o bienintencionadas" y ha lamentado que se pueda hacer "un juicio fariseo del hermano que ha caído".

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