El PP se queda a dos puntos del PSOE y la coalición se desgasta

La crisis del coronavirus ya le pesa al Gobierno. El PSOE ganaría las elecciones si se celebrasen hoy, pero lo haría con escaso margen: Pedro Sánchez obtendría un 25,8% de los votos, y el PP de Pablo Casado sería segunda fuerza con un 24% de apoyo. Es la principal conclusión de la encuesta de DYM para HENNEO. Respecto al 10-N, los socialistas pierden 2,2 puntos porcentuales, mientras que los populares suben en 3,2, siendo los que más crecen. Eso sí, ambas formaciones marcan una distancia importante respecto al resto. Con todo, Vox seguiría siendo tercera fuerza con un 13,7%, aunque también perdería fuelle. Los de Abascal caen 1,4 puntos respecto a las últimas elecciones generales.

Unidas Podemos, socio de la coalición del Ejecutivo central, también nota el desgaste. El partido que lidera Pablo Iglesias se queda en un 10,8% de los votos, que son dos puntos menos que los que registró el pasado mes de noviembre. Los datos, por tanto, muestran que los dos partidos que ocupan la Moncloa serían los que más retrocederían en plena segunda ola del coronavirus.

Otro partido que recupera terreno es Ciudadanos. Si Casado lo hace, en teoría, a costa de la bajada de Vox, los de Inés Arrimadas suben a partir de la caída del PSOE. La formación naranja se sitúa en el 8,8%, frente al 6,8% marcado en la última cita con las urnas. A pesar de estas variaciones, la encuesta muestra cierta estabilidad entre bloques y el reparto de fuerzas sigue similar al 10-N.

El margen entre los dos principales partidos se reduce, y eso se ve también en cómo son de fieles los votantes de cada partido. El PP se mantiene como el partido con la mayor fidelidad de voto (81,2%), con una amplia diferencia respecto de Vox (74,4%). UP supera en tasa de fidelidad al PSOE, que pierde tres puntos respecto a la encuesta de junio. Por su parte, Ciudadanos, aunque con la tasa de fidelidad más baja, observa un incremento de casi cinco puntos hasta llegar a un 67,2% e incrementa de manera relevante su fidelidad respecto al inicio de la crisis por la pandemia de coronavirus.

La crisis de la covid-19 ya dura siete meses, y a lo largo de este tiempo la intención de voto ha variado relativamente poco, según los sondeos. De hecho, tanto PSOE como PP se han mantenido en cifras muy similares desde el mes de abril.

Recompensa para Cs

El partido que sí ha ido experimentando un crecimiento sostenido es Ciudadanos, que se queda por encima del 8%, la frontera que resulta importante para obtener un número suficiente de diputados. Los naranjas ven así recompensado en las encuestas su cambio de postura y sus negociaciones con el Ejecutivo central de cara a los Presupuestos Generales del Estado. En cambio, tanto Podemos como Vox han ido bajando en cuanto a intención de voto. Los de Abascal, además, tienen pendiente presentar la moción de censura anunciada en julio.

En cuanto al posicionamiento de los partidos en el eje ideológico entre izquierda y derecha, se mantiene estable respecto al último barómetro. Ciudadanos se sitúa como el partido más cercano al centro (5,8), dejando a su izquierda al PSOE (3,7) y a su derecha al PP (7,1). Según la consideración de los ciudadanos, el partido más escorado a la izquierda es Unidas Podemos (1,8), mientras que en el extremo opuesto se encuentra Vox (8,5). El posicionamiento de los partidos se percibe como más extremo entre los votantes de formaciones de ideologías contrarias, así como entre quienes se autoposicionan en los ejes opuestos.

La ciudadanía suspende la gestión política del coronavirus

Por otra parte, el Gobierno suspende con creces entre los ciudadanos por su gestión de la crisis del coronavirus. De hecho, en el mes de septiembre toca fondo y llega a la peor valoración de la serie de encuestas de DYM para HENNEO desde que comenzó la pandemia. La nota que obtiene el Ejecutivo es de solo un 3,6 (en mayo y junio logró la más alta, con un 4). Es más, la valoración más escogida por los encuestados es el cero (valoración que alcanza un 26% del total). Aprueba, con un 5, para el 11,4% de los españoles y solo hay un 4,4% de la gente que califique su gestión de la crisis del coronavirus de "sobresaliente" (9 o 10).

Esto hace que el saldo evaluativo -la diferencia entre el porcentaje de aprobados y de suspensos- sea de un 17,4 en negativo, mucho más elevado que en junio, cuando se quedó en un -3,3. Este descenso de la confianza se observa principalmente entre sus propios votantes del PSOE y los votantes de Unidas Podemos y de Ciudadanos. Y es que los electores socialistas dan al Gobierno una nota de 5,5, frente al 6,1 de junio y al 6,5 de mayo, cuando alcanzaron la valoración más alta en ese segmento. Aun así, han estado siempre en el aprobado.

Decepción en el electorado de UP

Pasa algo parecido en el caso de los votantes morados. En junio dieron al Ejecutivo una nota de 6,2, y ahora se quedan en el 5,6, lejos de la más alta, que se dio en el mes de abril (en la fase más dura de la pandemia) con un 6,4. Con todo, el Gobierno pierde apoyos entre los votantes de todos los partidos.

En el caso de las formaciones que conforman la oposición, las notas son más bajas. En todos suspende. Los votantes del PP dejan la valoración al Ejecutivo en un 1,9, mientras que los de Vox bajan la nota a un 1,2. En ambos partidos habían dado un 2 y un 1,5 al Gobierno en junio, respectivamente. En Ciudadanos, sus electores dejan al Gobierno con una valoración de un 2,4, que es un poco inferior a la otorgada hace tres meses (3,1).

Sucede lo contrario con las comunidades autónomas, cuya labor tiene bastante mejor acogida ciudadana. La gestión autonómica aprueba para el 53,4% de la población, frente al 45,7% que la suspende. El saldo evaluativo, por lo tanto, resulta positivo. La nota más repetida, eso sí, es el 5 (opta por esa valoración el 17,1% de los españoles).