¿Por qué se ha disparado de nuevo la pandemia de coronavirus en España?

La falta de previsión y la baja contratación de rastreadores han sido las claves para favorecer el repunte, según los expertos.

Señal indicativa del obligado uso de mascarilla
Señal indicativa del obligado uso de mascarilla
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La Universidad de Tecnología y Diseño de Singapur preveía en mayo que por estas fechas el coronavirus habría desaparecido de nuestro país. Sin embargo, a principios de julio, días después del inicio de la 'nueva normalidad', la epidemia inició una reescalada. Hoy, según el Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades, España tenía una incidencia acumulada durante catorce días de 205,5 casos de covid-19 por cada 100.000 habitantes. Italia, en cambio, marcaba 22,2 casos; Francia, 85,1; Alemania, 21,1 casos y el Reino Unido, 23 infectados por cada 100.000 habitantes.

"Todos los países que decíamos que estaban manejando bien la epidemia han tenido rebrotes importantes: Corea del Sur, Singapur, China, Reino Unido, Francia, Italia, Alemania... Pero ninguno está tan mal como España", reconoce Rafael Bengoa, exconsejero vasco de Sanidad y codirector del Instituto de Salud y Estrategia (SI-Health). "La situación en incidencia, prevalencia y mortalidad es francamente mala. Si vamos a saber reconducir esto y los demás países poco a poco se equipararán está por ver, pero lo importante es actuar para corregirla", dice José María Martín-Moreno, catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Valencia.

Para los expertos, no hay una causa, sino varias detrás del fenómeno, y los ciudadanos no son los principales culpables. "Es demasiado fácil para las autoridades decir que la sociedad no está haciendo lo que tiene que hacer, algo que en parte es cierto con los jóvenes y la noche. Pero la mayor parte de las cosas que han ido mal dependían de las autoridades: ¿De quién depende el estado de alarma?, ¿de quién depende tener rastreadores y test?, ¿de quién depende asegurar una monitorización rápida en las escuelas?", señala el experto en salud pública. Eso no significa que deban pasarse por alto situaciones censurables. "Creo que en España, tras una precipitada desescalada, ha habido un cierto desenfreno sin ser conscientes de que el virus sigue ahí y no ha sido aún derrotado", advierte Martín-Moreno.

Estrenamos la 'nueva normalidad' con ansias de socializar. "Ahora no tenemos las concentraciones masivas de principios de marzo, pero sí una movilidad interna que hace que la expansión del virus pueda ser relativamente rápida en cuanto aumente un poco la transmisión. Seguramente pasa en toda Europa", aventura el epidemiólogo Pedro Gullón.

Sin embargo, añade, en España eso ha supuesto un alarmante repunte de la pandemia "porque hemos fallado en el rastreo de contactos y no se han cortado las cadenas de transmisión".

"Para todo Reino Unido hay 25.000 rastreadores. Nosotros deberíamos tener unos 20.000 y no los hay ni de lejos. En Euskadi, hace un mes había 187, cuando se necesitaban tres o cuatro veces más", dice el exconsejero de Sanidad. Mientras, Gullón indica que las comunidades con mayor déficit de rastreadores son aquellas donde "los servicios de epidemiología y salud pública se habían descapitalizado en los últimos años".

Descoordinación

"Todo apunta a que ha habido una reacción tardía de las autoridades centrales y autonómicas, con procesos lentos de adopción de decisiones y una coordinación francamente mejorable", sostiene Martín-Moreno, quien ha echado en falta la implicación de "asesores científicos cualificados e independientes". "Países como Italia, Grecia y Portugal, con climatología similar y una economía basada en el turismo, están manejando la situación mejor que nosotros", señala el experto.

En opinión de Bengoa, otra causa ha sido la ausencia de mecanismos legales para el confinamiento "rápido" de poblaciones o barrios.

"Los países que han mantenido un estado de alarma y han actuado rápido con ese tipo de confinamientos han conseguido controlar sus rebrotes mejor que los que no pueden hacerlo", como es el caso de España, según han dejado patente varias decisiones judiciales. "Aquí, después del confinamiento hubo una descentralización hacia las comunidades autónomas, sin haber preparado la capacidad normativa para ordenar confinamientos parciales", destaca el exconsejero, para quien el próximo mes es clave: "No podemos llegar con estas cifras a otoño. Hay que rebajarlas para evitar que la coincidencia de la covid-19 y la gripe haga colapsar el sistema".

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