Nacional

Los 9 líderes independentistas catalanes presos, a un paso de la semilibertad 

Las juntas de tratamiento de las cárceles de Lledoners, Wad Ras y Puig de les Basses -donde cumplen condena- proponen que solo acudan a la prisión para dormir.

Foto de archivo de Oriol Junqueras en el Parlament
EFE/Reuters

Los nueve líderes independentistas en prisión están a un paso de acceder al régimen de semilibertad, que les permitiría ir a la cárcel solo a dormir, de acuerdo con la propuesta de las juntas de tratamiento de los centros donde cumplen condena, que debe ser ratificada por la Generalitat.

Las juntas de tratamiento de Lledoners, Wad Ras y Puig de les Basses -donde cumplen condena Oriol Junqueras, Raül Romeva, Jordi Turull, Josep Rull, Joaquim Forn y Dolors Bassa, la expresidenta del Parlament Carme Forcadell y los Jordis- han propuesto este jueves, por unanimidad, conceder el tercer grado a los nueve líderes del procés.

Los condenados, a los que el Supremo impuso hasta trece años de prisión, llevan encarcelados entre dos años y medio y tres y, en el caso de los Jordis y del exconsejero de Interior Joaquim Forn, han cumplido una cuarta parte de la pena.

Los 30 profesionales que componen las tres juntas de tratamiento se han reunido para revisar la clasificación de los políticos presos, quienes desde el pasado mes de enero están en segundo grado, aunque flexibilizado con el artículo 100.2, que les permite salir a trabajar, hacer tareas de voluntariado o cuidar de familiares.

Con la propuesta de las juntas de tratamiento, que en un plazo máximo de dos meses debe ser ratificada por la Secretaría de Medidas Penales, Reinserción y Atención a la Víctima para hacerse efectiva, los presos del "procés" tendrían que ir únicamente a dormir a la cárcel, de lunes a viernes, y pasarían el fin de semana en sus casas.

Los reclusos accederían a la libertad en cuanto lo ratifique la Generalitat, aunque el tercer grado puede ser recurrido por la Fiscalía ante el juzgado de vigilancia y, a diferencia de lo que ocurre con el 100.2, la última palabra la tendría el Supremo, como tribunal sentenciador.

Hasta ahora, el ministerio público ha recurrido ante los tribunales desde los permisos puntuales concedidos a los presos hasta las salidas que se les han autorizado en virtud del 100.2 -ratificadas por los jueces de vigilancia en todos los casos revisados-, por lo que es previsible que también lo haga en el caso del tercer grado.

A diferencia del pasado mes de diciembre, cuando las juntas de tratamiento propusieron el segundo grado a los líderes del "procés" en contra del criterio de algunos de sus miembros, la decisión de este jueves ha sido acordada de forma unánime por la treintena de técnicos que integran los equipos de Lledoners, Wad-Ras y Puig de les Basses.

En rueda de prensa, el secretario de Medidas Penales del Govern, Amand Calderó, ha precisado que las juntas se han reunido simultáneamente a las 9.00 para "proteger de amenazas y coacciones a los funcionarios de la Generalitat", después de que en pleno confinamiento por la pandemia el Tribunal Supremo advirtiera de que actuaría contra ellos si excarcelaban a los líderes independentistas.

En ese sentido, ha insistido en que los funcionarios "deben trabajar en libertad", por lo que ha hecho un llamamiento a confiar en los profesionales, y ha pedido que "nadie se equivoque de adversario" criticando las decisiones de las juntas puesto que éstas no deben ser "armas arrojadizas".

Calderó ha mantenido que la cárcel "no es espacio ni para el castigo ni para la venganza, sino un ámbito de rehabilitación", un principio reconocido en el Estatut y la Constitución que, en su opinión, debe tener en cuenta "todo el mundo, incluso los que blanden la Carta Magna cada día".

El régimen abierto propuesto para los presos del "procés" ha indignado a Ciudadanos, que ha considerado que esta no es una decisión judicial sino "política" y ha denunciado que se hayan beneficiado de "privilegios" por el hecho de ser "amigos" de los políticos que gobiernan la Generalitat.

Por su parte, tanto los presos como los partidos independentistas han celebrado la propuesta de las prisiones, aunque siguen considerándola insuficiente y exigen su puesta en libertad, si es necesario a través de una amnistía.

En su perfil de Twitter, el exvicepresidente del Govern Oriol Junqueras ha opinado que el tercer grado es "un paso más", pero ha advertido: "Seguimos siendo presos políticos y queremos la libertad a través de la amnistía, porque somos inocentes".

Asimismo, el presidente de la Generalitat, Quim Torra, ha afirmado en Twitter que los líderes del procés "nunca deberían haber sido juzgados" ni "haber entrado en prisión" y tampoco "tendrían que seguir" en la cárcel, por lo que ha reivindicado: "¿Tercer grado? ¡Libertad!".