Torra lamenta que Sánchez no haya dado una respuesta sobre la autodeterminación

El presidente catalán reclama que se aísle la mesa de las elecciones catalanas y de la negociación de los presupuestos.

Quim Torra durante la rueda de prensa tras la reunión de la mesa de diálogo bilateral entre el Gobierno y la Generalitat .
Quim Torra durante la rueda de prensa tras la reunión de la mesa de diálogo bilateral entre el Gobierno y la Generalitat .
Kiko Huesca/EFE

El independentismo salió este miércoles moderadamente satisfecho de la primera reunión de la mesa de diálogo entre el Gobierno central y el catalán. El secesionismo entiende que por primera vez la Moncloa le reconoce como actor político homologado para sentarse a negociar. En la parte catalana son conscientes de que Pedro Sánchez lo hace obligado por las circunstancias parlamentarias, ya que necesita el apoyo de Esquerra, pero la mesa en sí ya es un logro para las fuerzas soberanistas. Quim Torra así lo ha subrayado: "Lo importante era dar inicio a esta mesa y que cada parte expresara su posición". Ha indicado además que el diálogo había sido "franco y honesto".

Ha destacado que la parte catalana pudo poner sobre la mesa sus propuestas para resolver la cuestión catalana, que pasan por el ejercicio de la autodeterminación, la amnistía de los presos y la petición de un mediador. "Cada uno ha podido exponer su posición", ha valorado Torra. Eso sí, ha lamentado que el Gobierno central no diera respuesta a la propuesta secesionista de un referéndum de independencia y la reclamación de una ley de amnistía. "Hemos insistido, pero no hay respuesta del Estado", reprochó.

Torra no solo ha criticado a Sánchez por no dar respuesta a la reivindicación de un referéndum, que a su juicio cuenta con el aval del 80% de la población y sería una solución inclusiva porque implicaría al cien por cien de la población, sino que también ha reprochado al presidente del Gobierno por no poner ningún solución sobre la mesa, más allá de cuestiones sectoriales, que el independentismo entiende que deben resolverse en la comisión bilateral Estado-Generalitat.

Ambas delegaciones han logrado pactar un documento conjunto, pero según Torra, las discrepancias son de calado. Las hay en el origen del conflicto, la naturaleza del mismo y las posibles vías de resolución. Solo hay consenso en la necesidad de seguir explorando el diálogo. Para Torra, la "relevancia" de la reunión de la mesa de ayer es que empieza un «camino» para resolver un conflicto. Un diálogo en el que habrá encuentros mensuales cuya próxima cita será en marzo en Barcelona.

Los ausentes

El presidente catalán también ha explicado en la sala de conferencias de prensa de la Moncloa que sus "primeras palabras" en la reunión fueron para resaltar que los que estaban sentados en el salón Tapies no deberían ser ellos "sino el presidente (Carles) Puigdemont, el vicepresidente Oriol Junqueras, Marta Rovira y Jordi Sànchez". No ha revelado qué respuesta han dado Sánchez o sus ministros a esa reflexión.

Otro planteamiento que, según Torra, se ha quedado sin respuesta ha sido el del relator o mediador. Ha señanado que lo puso encima de la mesa con el argumento de que ayudaría al debate y a que "esta mesa de diálogo sea honesta y sincera" y para que "no hubiera distorsiones". La Moncloa ha rechazado con firmeza antes de esta reunión la presencia de un mediador.

Pero tras la relativa satisfacción del presidente catalán por el transcurso de la conversación, se esconde también la pretensión de aislar la mesa de los factores externos, como el apoyo de Esquerra o el de JxCat a los Presupuestos del Estado o las elecciones catalanas, previstas para este año. No pueden dinamitar el diálogo tras llevar años pidiendo al Gobierno que se sentará a negociar, pero sí utilizará la mesa para tratar de desacreditar la vía pragmática de ERC, pese a las buenas intenciones expresadas por el president en su rueda de prensa. 

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