Detenido por comerse 400 euros en marisco y no poder pagarlos

Pidió dos bandejas de ostras de entrante, dos platos de pasta con bogavante de primero, y dos bandejas de fritura de mariscos de segundo, además de varias botellas de vino, y una copa.

Restaurante Es Molí de Sal.
Restaurante Es Molí de Sal.
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Un hombre fue detenido en Formentera el pasado miércoles cuando tras pedir varios platos de marisco en un restaurante en la playa de Illetas, pretendía irse sin pagar.

Según adelanta 'El Mundo', el autor del delito, un italiano, acudió a Es Molí de Sal y eligió una mesa lo más cerca posible del mar, con vistas a la isla de Ibiza. Se puso a pedir platos del menú durante varias horas, que luego fue ingiriendo uno tras otro como jamás se recuerda en la playa de Illetas.

De acuerdo con la factura, que superó los 400 euros (en concreto 416), había dos bandejas de ostras de entrante, dos platos de pasta con bogavante de primero, y dos bandejas de fritura de mariscos de segundo, además de varias botellas de vino, y copa. Cuando acabó de comer no pidió la cuenta, por lo que el propio restaurante se la ofreció. La sorpresa llegó cuando dijo que no tenía dinero y no podía pagarla. "Pensó que le íbamos a dejar marchar para evitar un escándalo, pero se equivocó de sitio", asegura Juan Yern, juez de Paz de Formentera desde hace más de tres lustros, y propietario del restaurante, un antiguo molino de la salinera de la isla, reconvertido en uno de los restaurantes más exclusivos del Mediterráneo. Hasta allí se desplazó la Guardia Civil.

Los hechos ocurrieron en la noche del pasado miércoles cuando la Guardia Civil fue requerida por el restaurante Es Molí de Sal, en ses Illetes, ha informado la Oficina de Comunicación Periférica (OPC) del instituto armado.

Según ha explicado a EFE el encargado del restaurante, Gianluca Casali, tras comer "ostras, gambas, pastas y de todo", y beber varias "cervezas", el detenido se negó a pagar la cuenta de 416 euros, y ofreció abonar 200 euros.

Después dijo que había perdido la tarjeta y a cambio ofreció abonar con ropa que llevaba en una caja, cuyo valor, según dijo, alcanzaba los 200 euros.

"Es una típica estafa que se hace en Italia", ha señalado el encargado, que tras negarse a recibir la ropa como pago, llamó a la Guardia Civil, que se presentó en el restaurante para proceder a la detención del presunto estafador.

De acuerdo con el nuevo Código Penal, se considera delito leve de estafa cuando la cuantía no supera los 400 euros, y está penado con una multa de uno a tres meses, a razón de una cuota de seis euros diaria. Pero "el tipo se pasó con las ostras, calculó mal, si hubiera pedido una bandeja menos se habría quedado en delito leve", explica Yern. El jueves pasó a disposición judicial, donde quedó acreditada su insolvencia, y quedó en libertad con cargos. Además se están investigando sus antecedentes, ya que la reincidencia en al menos otras tres ocasiones, y según fuentes judiciales todo pinta que sí, lo convertiría en un delito de estafa agravado, con lo que la pena de prisión podría alcanzar los seis años.

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