Tensión en Pamplona por la exhibición de una ikurriña durante el chupinazo

Agentes municipales se enfrentan a concejales de EH Bildu y Geroa Bai para que no exhiban una bandera de Euskadi en un balcón consistorial.

Agentes municipales se enfrentan a concejales de EH Bildu y Geroa Bai para que no exhiban una bandera de Euskadi en un balcón consistorial.

Pamplona vivió este sábado un tenso inicio de los sanfermines, que quedaron en parte ensombrecidos por las pugnas partidistas. Y es que el comienzo de la fiesta no pudo abstraerse de la tensión política que se vive en la comunidad foral durante las últimas semanas. El incidente ocurrió dentro del Ayuntamiento de la ciudad minutos antes de que se lanzara el 'chupinazo', cuando agentes de la Policía Municipal impidieron a representantes de EH Bildu y la formación nacionalista Geroa Bai colocar una ikurriña -la bandera del País Vasco- en la balconada del consistorio, a donde miraban en ese momento miles de ojos. 

El encontronazo provocó momentos de tensión y un rifirrafe dialéctico entre el anterior alcalde, Joseba Asiron (Bildu), y el nuevo, Enrique Maya (Navarra Suma). "Ésta es tu libertad de expresión", reprochó Asiron a su sucesor, con quien, pese a las notables diferencias ideológicas, mantiene una relación cordial.

La polémica tiene su origen en una de las primeras decisiones adoptadas por Maya nada más llegar al cargo hace apenas unas semanas. Anunció que iba a retirar la ikurriña de la fachada de la Casa Consistorial, donde solo ondearon las banderas oficiales, y prohibió que la ciudadanía pudiera acceder a la plaza del Ayuntamiento con enseñas. La Policía Municipal se aplicó y requisó la mayoría, aunque finalmente sí que se pudieron ver entre el bullicio que seguía el chupinazo alguna ikurriña y una pancarta a favor de los presos de ETA y su acercamiento.

La respuesta de los representantes nacionalistas que seguían el arranque de los sanfermines desde dentro del Consistorio fue intentar colocar una ikurriña, pero varios agentes lo impidieron esgrimiendo la orden emitida por la Alcaldía. Itziar Gómez, de Geroa Bai, expresó su protesta y denunció la "violencia" ejercida por la Policía recordando que desde 1977 la ikurriña siempre había estado presente en el inicio de fiestas. 

El alcalde acusó a los representantes de Geroa Bai y Bildu de "empeñarse en incumplir" la normativa municipal y de "crispar y tensionar permanentemente" el ambiente. Maya fue rotundo al anunciar su rechazo a la ikurriña: "Nosotros no vamos a dejar ponerla en el Ayuntamiento de Pamplona porque no es un símbolo oficial".

El Gobierno foral

La polémica en torno a la ikurriña llega en un momento especialmente tenso en toda Navarra. El Ayuntamiento de la comunidad foral quedó en manos de Navarra Suma, la coalición integrada por UPN, PP y Ciudadanos, tras las municipales del 26 de mayo. Los socialistas se abstuvieron en la votación. Pero la situación es bien distinta a nivel regional. Aunque Navarra Suma obtuvo una holgada victoria, no logró la mayoría absoluta. Los socialistas fueron la segunda fuerza, y el viernes cerraron un acuerdo para hacer presidenta a su candidata, María Chivite, con el apoyo de Geroa Bai, Podemos e IU. 

La pega para el PSN es que tampoco alcanza la mayoría absoluta para la investidura, que pasa necesariamente por la abstención de EH Bildu. Desde el PSN se insiste en que no se ha negociado nada con la formación abertzale, mientras que desde Navarra Suma se acusa a los socialistas de haber cerrado un pacto cuyo último fin sería la integración de Navarra en el País Vasco, un escenario que contempla la Constitución pero que jamás se ha puesto sobre la mesa. 

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