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El Juzgado cita a declarar a los autores de la zanja y del pozo donde cayó Julen
El dueño de la finca aseguró que los padres conocían el riesgo del pozo. Ellos contradicen esta versión.
El Juzgado de Instrucción número 9 de Málaga ha citado el próximo martes como testigos al hombre que hizo el pozo en el que murió Julen el pasado 13 de enero, a un ayudante así como a la persona que luego hizo una zanja junto al talud cercano a la perforación.
El miércoles 13 de marzo están citados los guardias civiles que participaron en el rescate del niño de dos años y el ingeniero de Caminos y Canales que ha coordinado las obras, Ángel García Vidal, según han confirmado fuentes judiciales.
Los padres de Julen ya comparecieron ante la jueza el pasado 25 de febrero y contradijeron la versión del dueño del terreno, David Serrano, que aseguró ante la instructora que advirtió del peligro a la familia en el coche.
José Roselló y Victoria García aseguraron ante la titular del Juzgado del Juzgado que David Serrano no les advirtió de que hubiera un pozo en las condiciones en las que se encontraba, y la madre llegó a decir a la magistrada que "si llega a saber que había un pozo abierto cojo a mi niño y me voy".
El empresario que ejecutó el sondeo siempre ha mantenido que hizo su trabajo bien y que taponó la boca del pozo con una piedra, versión que tiene previsto reiterar el martes en sede judicial.
Esta semana el juzgado ha rechazado todas las pruebas solicitadas por la defensa del dueño de la finca, que había presentado un informe que hacía presumir que el pequeño de dos años pudo morir durante las labores de rescate. La instructora ha rechazado esas peticiones porque actualmente está pendiente de la práctica de otras diligencias que se consideran "esenciales en los presentes autos" y reprocha a la defensa que "obvie" que todavía tan solo hay un informe preliminar de autopsia.
Según la autopsia preliminar, el pequeño sufrió una "fractura craneoencefálica, heridas en zona temporal izquierda y fronto temporal, además de múltiples heridas post-morten y la data de la muerte coincide con los días de su desaparición".
Además el pequeño, que se encontraba debajo de un tapón de 33,180 kilos de tierra, tenía restos de tierra en sus manos y en el estómago y esófago.
