La madre de Julen: "No vi lo que pasó. Cuando dejé de oírle llorar, empecé a gritar desesperada"

La documentación de la Guardia Civil recoge el testimonio de los todos los testigos y protagonistas de la muerte del niño.

Los padres del pequeño fallecido al caer a un pozo en Totalán
José y Vicky, los padres de Julen.
Reuters

Más allá de la tragedia que ha supuesto la muerte del pequeño Julen, el niño de dos años que cayó a un pozo en la localidad malagueña de Totalán el pasado 13 de enero, los investigadores tratan de aclarar ahora qué ocurrió ese día y si hay alguna responsabilidad en el accidente que costó la vida al pequeño.

Las declaraciones de sus padres, testigos de aquella funesta jornada, son claves para aclarar las cosas. Y la Guardia Civil ya ha hablado con ellos para que cuenten lo que vieron. La madre de Julen, Vicky, ha explicado a los agentes que no llegó a ver caer a su hijo: "Ni siquiera vi lo que pasó. Estaba llamando a mi trabajo cuando oí los gritos y vi que todos se iban al pozo. Me asomé a la boca del pozo y escuché llorar a mi hijo. Cuando dejé de escucharlo llorar, empecé a gritar desesperada".

Las palabras de la joven madre aparecen en la declaración que los padres de Julen hicieron a la Guardia Civil y a las que ha tenido acceso 'El programa de Ana Rosa', de Telecinco. El documento también recoge el testimonio de su pareja, José Roselló. "Estaba echando unas ramas al fuego y vi cómo mi hijo corría por una zanja hacia la esquina donde estaba el pozo. Estaba a 10 o 15 metros, salí corriendo para cogerle pero no llegué y vi cómo se cayó por el pozo". "Escuché llorar a mi hijo dentro del pozo, por lo que quité todas las piedras que había alrededor del pozo y llamé a mi hijo, al que estuve escuchando llorar durante 30 segundos. Mientras le hablaba para tranquilizarle", ha explicado.

"Junto a la boca había dos bloques de hormigón separados y en el medio quedaba el agujero. Sabía que el pozo estaba allí, David -el dueño del terreno y novio de una prima del padre de Julen- me lo había dicho, pero que estaba tapado por los dos bloques", ha asegurado Rosello.

El dueño de la parcela, por su parte, ha declarado ante la Guardia Civil que él puso dos ladrillos de hormigón encima del orificio y ha insistido en que el pocero nunca selló la prospección.

La Guardia Civil ha tomado declaración a todas las personas que estaban en la parcela cuando ocurrió el suceso: los padres de Julen; la prima del padre del niño y el novio de ésta, que es el propietario de la finca- así como al pocero y al operario que hizo un posterior movimiento de tierras con una máquina.

Según el diario 'Sur', el dueño de la finca -una parcela de 4.439 metros cuadrados que adquirió el pasado mes de octubre- ha declarado que dijo al resto de familiares que él se encargaba de hacer una paella y que ellos estuvieran pendientes de los niños. A los tres cuartos de hora, cuando estaba preparando la comida, escuchó al padre del pequeño, José Roselló, gritar "Julen", y cuando se asomó observó cómo los dos bloques de hormigón que tapaban el pozo se habían desplazado y se veía el agujero, aunque él no escuchó al niño.

En cuanto a Antonio Sánchez, el empresario que hizo el pozo, ha dicho este miércoles que siempre hace "bien" su trabajo, en alusión a que tapó el orificio con una piedra. Ha asegurado que no puede decir en el juzgado "ni más ni menos" que lo que ya indicó a los investigadores de la Guardia Civil que le tomaron declaración tras el suceso, porque lleva "cuarenta años haciendo este trabajo" y lo hace "siempre bien".

En ese momento, el pocero manifestó que taponó la boca del pozo, pero que su actuación fue posteriormente modificada por unos movimientos de tierra en la zona.

Al preguntársele si ha contratado ya a un abogado que se encargue de su defensa en caso de que sea citado a declarar por la presunta comisión de algún delito, ha señalado que tiene "de todo".

En cuanto a su situación por lo ocurrido, ha explicado que está desolado y que su mujer está "peor", y ha precisado que "todo el mundo se ha acordado de la familia del niño", pero a ellos les han "dejado abandonados".

Sánchez ha relatado que ha acudido al cuartel de la Guardia Civil de Vélez-Málaga "sobresaltado", ya que un conocido que estaba en la Ciudad de la Justicia de Málaga le había llamado para decirle que "había muchos periodistas" esperándole "porque tenía que declarar".

El pocero ha dicho que estos días no le está cogiendo el teléfono "a casi nadie", por lo que ha pedido en el cuartel que lo avisen si tiene que ir a declarar.

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