¿Los políticos actuales no han sabido valorar lo que fue la Transición o la ignoran?

Además de la ignorancia, lo peor es que no han querido saber la historia de España de los últimos 200 años. Además, hay un bajón tremendo en la calidad de los políticos, entre los que hay mediocridad con alguna excepción. No quieren valorar la etapa de la que los españoles nos deberíamos sentir más orgullosos, que fue la Transición. Curiosamente, la elogiaron en el extranjero por el cambio de una dictadura a una democracia en tiempo récord, con la participación de políticos de todas las ideologías y con una altura de miras ejemplar, y pensando en España antes que en su trayectoria política y personal.

Adolfo Suárez legalizó al PCE, a los sindicatos...

Esos políticos perseguidos en la dictadura, que se jugaban la vida como los comunistas, pusieron a España por encima de todo en la nueva etapa. Carrillo renunció a la bandera republicana. En el franquismo, hubo democristianos en la universidad que se jugaban el destierro. Cuando murió Franco pusieron todos al país como la prioridad del futuro.

Luego tuvo que crear el CDS para resucitar el espíritu de UCD.

Lo intentó, pero le fue muy mal porque en España las traiciones en la derecha son habituales.

¿Hay incógnitas en la Transición como el incendio del Corona?

Quedan todavía incógnitas por investigar, como se hizo con el 23-F. En el hotel Corona se habló de que fue ETA, pensando en la familia Franco, o la extrema derecha. Nadie se creyó lo de los churros en el incendio del Corona. Está lleno de misterio.

¿Y tiene alguna duda del 23-F?

Sobre el 23-F llegamos a la conclusión, en un libro con Fernando Jáuregui, de que ese no fue el golpe auténtico y por eso no salió. Había otro en el que estaban Milans del Bosch y Armada, que se sumaron al de Tejero para no dejarlo solo. Lo paró el rey Juan Carlos. Su mensaje iba destinado a los capitanes generales, más que a los españoles, para decirles que no estaba con el golpe. El Rey contó que llamó a compañeros de la Academia de Zaragoza que eran tenientes coroneles en varias capitanías y así neutralizaron movimientos. Él les comunicó que no estaba con el golpe.

Felipe VI quiso recuperar el espíritu de la Transición en el acto de 40 años de la Constitución.

La sociedad ha cambiado. Y los políticos, para peor. El rey Felipe es un referente de estabilidad en España. Es la única persona ajena a las conveniencias políticas y hace un discurso inequívocamente español, defendiendo los intereses de España y exponiendo su prestigio personal. El que hizo el 3 de octubre sobre Cataluña fue de alto riesgo. Les dijo a los españoles lo que debían escuchar de su jefe de Estado. Los que van contra la monarquía lo atacan a él por esa estabilidad y sin él, ¡qué Dios nos pille confesados!

¿Los partidos pueden cambiar?

Los partidos no piensan en España o en pactos de Estado sino en lo que les conviene. Esa es la mediocridad y el déficit del que hablo, porque es un drama.

¿Y la llegada de Vox?

No me gustan nada los extremos, ni Vox ni Podemos, pero respeto a quienes los votan o sus dirigentes, salvo que se salten la legalidad. Nunca diré que Vox es fascismo y defender lo contrario es no conocer la historia.