Los barones avalan la moción pero exigen que no se negocie con los independentistas

Susana Díaz o Emiliano García Page han mostrado su recelo ante la negociación con los partidos catalanes.

Comité federal del PSOE
Comité federal del PSOE
Enrique Cidoncha

El Comité Federal del PSOE ha ratificado por unanimidad la decisión de Pedro Sánchez de responder a la sentencia del caso Gürtel planteando una moción de censura contra Mariano Rajoy, sin abrir ningún tipo de negociación con otros grupos parlamentarios para conseguir apoyos.

Las 22 intervenciones que han sucedido al discurso del secretario general, Pedro Sánchez, han sido todas de "apoyo" a la iniciativa de Sánchez, entre ellas la de la presidenta andaluza, Susana Díaz, que ha dicho que "comparte" con la dirección federal que "no puede haber acuerdo ni concesión" alguna a los independentistas.

En la misma línea, el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, se ha congratulado a su llegada a Ferraz de que Sánchez no cuente con los independentistas para gobernar: "no podemos apostar por un Gobierno pendiente de los independentistas", ha subrayado.

Para Page, igual que para el resto de 'barones' que apoyaron a Susana Díaz en las primarias del PSOE, la única opción viable para la moción de censura sería la de conseguir el apoyo de Podemos y Ciudadanos y algunos creen que Sánchez deberían haberlo "explicitado".

El presidente castellanomanchego y el aragonés, Javier Lambán, son los únicos que no pidieron la palabra -el asturiano Javier Fernández y el extremeño Guillermo Fernández Vara no asistieron-, aunque Lambán lleva días apostando por una pronta convocatoria de elecciones generales, ya que ve inviable la moción de censura.

En el otro extremo, la presidenta de Baleares, Francina Armengol, ha defendido que no sería ningún "riesgo" que la moción de Sánchez saliera adelante con el voto de los independentistas, dado que se trata de una situación "excepcional".

A puerta cerrada todas las federaciones del partido han manifestado que tenían "claro" que el PSOE tenía que dar el paso adelante que ha dado Sánchez. "El peor riesgo era no hacer nada", ha defendido el presidente valenciano, Ximo Puig.

Los barones del PSOE avalan la moción de Sánchez pero exigen que no se negocie con los independentistas

Lambán, durante la reunión en Madrid. ENRIQUE CIDONCHA

Díaz, Puig, Armengol; el primer secretario del PSC, Miquel Iceta; y los secretarios generales de Galicia, Gonzalo Caballero; Madrid, José Manuel Franco; Castilla y León, Luis Tudanca; Asturias, Adrián Barbón; Murcia, Diego Conesa; Cantabria, Pablo Zuloaga, Navarra, María Chivite; y la Rioja, Francisco Ocón son algunos de los que han intervenido a puerta cerrada para cerrar filas con Sánchez.

Fuentes de la dirección han interpretado ese apoyo "entusiasta" como un "respaldo para todo", un "cheque en blanco" de los líderes territoriales a su estrategia.

En su discurso final, Sánchez se ha mostrado convencido de que "pase lo que pase" el viernes, cuando se vote la moción, habrá "un antes y un después".

A ese respecto, la dirección del PSOE admite que hay muy pocas posibilidades de que la moción salga adelante, pero sostiene -como también ha hecho Sánchez ante el comité- que la iniciativa política que ha demostrado con ella es "positiva".

En su intervención de cierre, el secretario general de los socialistas ha reivindicado las "convicciones" que inspiran la moción y ha dicho que ésta "no es una cuestión de táctica electoral, sino de ética y de qué tipo de democracia queremos: si una democracia basada en los valores o en la demoscopia".

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