Nacional

Viene tiempo de elecciones

España está a punto de entrar en un nuevo ciclo electoral y las encuestas anuncian que pueden producirse cambios significativos en el paisaje político. El ascenso de Ciudadanos en los sondeos parece indicar un auge de las posiciones de centro.

Con el año, ha dado también comienzo la cuenta atrás del tiempo de elecciones. Primero serán las autonómicas y las municipales, en la primavera de 2019, o sea, a poco más de un año vista. Tendremos también las europeas y después, ya en 2020, si no se convocan por unas u otras razones de forma anticipada, serán las elecciones generales, hasta las que probablemente querrá llegar a toda costa Mariano Rajoy para encadenar un nuevo mandato, si es que logra hacerse una vez más con la presidencia del gobierno.

Esto quiere decir que entramos ya en tiempos de fanfarria y de agitación, de temblores y tiritonas en las élites de los partidos –la militancia de base no cuenta en estos casos–, por aquello de ver quién será el agraciado de ocupar un puesto ‘de salir’ en las candidaturas electorales. Las puñaladas y traiciones se sucederán sin tregua y solo los muy, muy adictos, ocuparán esos codiciados puestos de salida.

A partir de ahora, se publicarán encuestas, con frecuencia interesadas, que irán dando pistas sobre lo que puede pasar. ¿Y qué puede pasar? ¿Se mantendrá un relativo ‘statu quo’ con los equilibrios y desequilibrios que nos han gobernado estos últimos años o se producirá un cambio de gran calado? ¿Hemos llegado agotados al fin de una etapa y se impone un cambio a fondo? ¿Pide ese cambio la sociedad española? ¿Estamos en un tiempo en que se hace necesaria una fuerza centrípeta que aglutine y serene a los españoles y huya de aventuras y extremismos? ¿Podría darse una reedición de la UCD?

Los primeros sondeos que están apareciendo anuncian, a mi modo de ver, un cambio importante en el paisaje político que prefigura una imparable tendencia hacia eso que sociológicamente se denomina ‘el centro’. Las opciones que estas primeras encuestas ofrecen nos conducen hacia un centro que pivota en torno a Ciudadanos y que puede inclinarse hacia una perpetuación del PP y lo que ha significado en estos últimos años o bien derivar hacia un centro con miradas a una izquierda moderada, con esos toques de socialdemocracia que parecen imprescindibles en las sociedades europeas modernas. La otra alternativa posible sería esa gran coalición a la alemana, que supone un encuentro entre el PP y el PSOE cuya viabilidad aquí parece harto compleja si atendemos a las rivalidades personales y excluyentes que se han puesto de relieve. Y aunque en política todo es posible, el acuerdo entre Rajoy y Sánchez requeriría algo más que un milagro; y tampoco es necesario, dadas las circunstancias actuales.

El daño colateral se lo llevará Podemos, que en cualquiera de las combinaciones que hoy por hoy se pueden vislumbrar va a quedar por completo marginado y sin capacidad alguna de maniobra ni influencia en la vida política española.

Este comentario no deja de ser un primer esbozo de los diferentes paisajes que se pueden ir sucediendo en los próximos meses. Estaremos muy atentos a su evolución, porque lo que está muy claro es que estamos ya caminando hacia tiempos de elecciones.