Banco Sabadell lamenta la marcha de empresas y advierte de sus consecuencias

El pasado 5 de octubre, el consejo de administración del  Banco Sabadell decidió llevar su sede social a Alicante.

El Banco Sabadell ha aprobado el traslado de su sede social a Alicante.
El Banco Sabadell

El consejero delegado del Banco Sabadell, Jaime Guardiola, ha considerado este viernes "una pena" el traslado masivo de sedes sociales de empresas fuera de Cataluña por la situación política, y ha advertido de las consecuencias que ello podría tener en el futuro.

El pasado 5 de octubre, el consejo de administración del Banco Sabadell decidió llevar su sede social a Alicante, una medida que sólo en el mes de octubre han adoptado más de 1.500 compañías catalanas, entre ellas algunas tan importantes como Gas Natural Fenosa, Abertis, Colonial o Catalana Occidente.

Guardiola ha afirmado que los efectos de estos traslados sobre la economía catalana por ahora "no son relevantes", ya que no se han desplazado los centros operativos, pero ha recordado que abren la posibilidad de que en un futuro pueda haber más movimientos, como traslado de personal.

"Potencialmente sí es un tema que afecta a la economía catalana, indudablemente", ha asegurado el número dos del Sabadell, que en los nueve primeros meses del año ha obtenido un beneficio de 653,8 millones de euros, un 1,1 % más que en el mismo período de 2016.

Guardiola, que por primera vez en la historia del banco ha presentado las cuentas en Madrid, ha justificado que la decisión del cambio social fuera de Cataluña se hizo sin ningún tipo de presión y con el objetivo de despejar incertidumbres ante la mayor percepción de riesgo entre los clientes y los accionistas.

Para Guardiola, el cambio de sede es una decisión "dolorosa, especialmente para las personas más arraigadas", pero la realidad obligaba a tomar "con frialdad" medidas ya previstas ante la deriva independentista.

Preguntado por la posibilidad de que la sede del Banco Sabadell vuelva a estar en Cataluña, el consejero delegado ha explicado que nadie piensa en la reversibilidad cuando se toma una decisión de esas características.

Ha recordado, asimismo, que el banco tiene cuatro centros corporativos y ha elegido Alicante para ubicar su sede social y fiscal, mientras que Madrid acogerá la Secretaría General del banco y el gabinete de Presidencia.

A la capital española, ha dicho, se desplazarán por ahora "pocos trabajadores, pero cualificados".

A partir del 1 de octubre (1-O), cuando se celebró el referéndum ilegal de independencia en Cataluña, Banco Sabadell registró una salida de depósitos que logró frenar y revertir, precisamente, gracias al traslado de su sede a Alicante.

Guardiola ha explicado que esos primeros días de octubre "hubo inquietud, preguntas y preocupación" entre accionistas y clientes, y que ello condujo a movimientos de dinero desde Cataluña a fuera de la comunidad y también la salida de depósitos.

Actualmente, ha subrayado, "la situación está totalmente normalizada".

El ejecutivo ha comentado que en términos de clientes "no ha habido cambios materiales", ya que si bien la entidad ha registrado algunas bajas, ha captado nuevos depositantes.

También ha explicado que la incertidumbre generada por la situación política llevó a muchos clientes a abrir cuentas "espejo" en otras comunidades, ya que "el dinero es miedoso y quiere previsibilidad".

Guardiola ha garantizado que el riesgo para los clientes "es cero", pero que el banco no tiene problema en abrir cuentas en otras regiones si así el cliente "duerme más tranquilo".

Se ha referido asimismo al llamamiento al boicot a la banca que han hecho algunas entidades soberanistas y ha dicho que este tipo de acciones le parecen "muy mal".

Respecto a la situación política en Cataluña, el directivo ha reclamado estabilidad y ha hecho una defensa de la "legalidad" y de la "fortaleza de las instituciones", el día que el Parlament de Cataluña ha declarado la independencia.

Guardiola ha destacado que la caída de la acción que registra este viernes la entidad, próxima al 6 %, "tiene mucho que ver" con el momento político y no con los resultados económicos, y ha considerado que habrá que esperar a después de octubre para valorar las consecuencias que puede tener en la economía catalana y española la crisis política en Cataluña.

Ha apuntado, en este sentido, la economía española registró una "ligera desaceleración" de crecimiento en el tercer trimestre del año, especialmente en Cataluña, y que en octubre se ha producido un "shock", aunque es prematuro para cuantificarlo.

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