Los populares saben que necesitan ganar, pero también que ser la primera fuerza no les garantiza gobernar. Por eso, PP y PAR se esforzaron en su mitin central en Aragón, protagonizado por Mariano Rajoy, por convencer a ese tercio del electorado que no ha decidido su voto de cara al 26-J. Y el principal argumento de los dirigentes de ambos partidos fue que el "continuismo" que ofrecen es el único camino para mantener las libertades y la unidad de España y seguir avanzando hacia la prosperidad.

Porque según la líder de los populares aragoneses, Luisa Fernanda Rudi, sobre el país se ciernen dos amenazas: la división de la sociedad por el "sectarismo" de Podemos y sus socios, y el fin de la recuperación económica. "Estamos en una encrucijada, hay que elegir y no podemos coger el camino equivocado", advirtió.

Rudi reconoció que la sociedad ha cambiado desde que estalló la crisis y "ha dejado heridas" en algunos sectores de la población "que todavía lo están pasando mal", y que precisamente por ello, dijo, pueden ser más sensibles a la "demagogia", una práctica de la que acusó a Pablo Iglesias, al que también reprochó que haya "travestido su ideología".

Y ante la "radicalidad" y el "sectarismo" con el que, en su opinión, los podemistas están "empeñados" en "dividir la sociedad", reivindicó al PP como representante de "la mayoría moderada" y de la defensa de las libertades individuales. "Nunca pensé que se prohibiera a los concejales ir a las procesiones con su banda", confesó. También se mostró preocupada por el "derecho a decidir de los catalanes" sobre su independencia que enarbola Iglesias. "Yo quiero decidir porque a todos los aragoneses nos afecta lo que pueda pasar en Cataluña o Galicia", reclamó Rudi.

Pero la presidenta del PP en Aragón también dedicó calificativos muy críticos a los otros contendientes. Al socialista Pedro Sánchez lo llamó "intransigente" por "pretender ser presidente del Gobierno con 33 escaños menos" que el PP. "Es la persona del no", resumió. Y de Ciudadanos, que cerró un pacto fallido con los socialistas, dijo que ha sido "el más beligerante" contra los populares y ha mantenido una actitud "incoherente de principio a fin".

Tampoco el presidente del PAR, Arturo Aliaga, se resistió a hacer un repaso de sus rivales. En esta ocasión optó por un símil automovilístico. "Algunos -expuso- pretenden descubrir la rueda, pero nosotros estamos rodados, llevamos 40 años de rodaje". Mientras, al PSOE "se le va calando el motor" y C’s "está con la goma y el tubo pasando gasolina". Y después está Podemos, que, según dijo, "quiere cambiar el código de circulación, va por el carril de la izquierda, se choca y quiere hacer que España vaya al precipicio".

Ante este panorama, vendió su quinta coalición con el PP para las generales como la única alternativa "seria y moderada" y con un programa "homogéneo" para todo el país. "Queremos un Aragón líder en una España mejor, no una de precipicio y vómitos", concluyó tras acusar a los llamados ayuntamientos del cambio de "ahuyentar" a los inversores y "desquiciar" a los ciudadanos.Ataques e "impuestazos"

Por su parte, el cabeza de lista al Congreso por Zaragoza, Eloy Suárez, también cargó contra los que defienden "la imposición ideológica, el frentismo y socializar la pobreza". Y puso como ejemplos al Ayuntamiento de Zaragoza o la DGA. "Cuando gobiernan los que venían a salvar a la gente, lo primero siempre es el impuestazo", criticó, al tiempo que censuró los "ataques" a las tradiciones religiosas o a la concertada. Y pidió "votos para evitar los vetos, que no tienen mucho de democrático", opinó. "La primera medida de regeneración es que gobierne quien gane las elecciones, ¡a ver si se enteran!", clamó.

Para el presidente del PP de Zaragoza, Luis María Beamonte, nadie ve a Sánchez como "ejecutor de la solución a los problemas de España". Es más, "ni Lambán le quiere ni cree en él", llegó a decir.

Rajoy también estuvo acompañado por los candidatos al Congreso y al Senado por las tres provincias, además de numerosos cargos de PP y PAR.