El magistrado de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz ha rechazado citar a declarar como testigo al juez del caso Nóos, José Castro, por la reunión "clandestina" que, según le informó este último, le había propuesto el abogado de la infanta Cristina en 2013, cuando se disponía a imputarla por segunda vez.

Según han informado fuentes jurídicas, Pedraz ha dictado una providencia en la que acoge los argumentos de la Fiscalía, que se opuso ayer a esta citación de Castro en la causa abierta a Manos Limpias-Ausbanc, al entender que las "meras sospechas" "más o menos fundadas" sobre el contenido de la presunta reunión no pueden ser tenidas como prueba.

Castro le hizo llegar a Pedraz esta proposición en una carta, enviada vía notarial, y ahora el juez de la Audiencia Nacional ordena en la providencia devolverle la misiva por conducto oficial al juez de Palma, después de rechazar su citación.

En su escrito, Pedraz simplemente apoya la tesis de la Fiscalía para no reclamar esta diligencia, han indicado las mismas fuentes.

En la carta, Castro le informaba de que en 2013, poco antes de imputar a la infanta Cristina por segunda vez, el abogado Jaume Riutort, del despacho del letrado de la infanta, Miquel Roca, fue a su despacho de los juzgados de Palma de Mallorca y le propuso una reunión "clandestina" en una finca de la capital balear o Barcelona.

Castro indicaba en su misiva que decidió comunicar estos hechos cuando conoció las informaciones sobre la presunta extorsión de Manos Limpias a los abogados de la infanta para retirar la acusación contra ella a cambio de 3 millones de euros.

En ese momento se preguntó si también se le había hecho a Manos Limpias "un ofrecimiento similar" al que se le podría haber hecho a él en la reunión que le fue propuesta y que, al contrario que en su caso, "aquél (ofrecimiento) sí llegara a ser aceptado".

En contra de esta tesis, y en la línea de lo que piensa el juez, el fiscal Daniel Campos afirma en su informe a esta carta que resulta "imposible conocer no ya el contenido de la reunión propuesta, sino incluso si la reunión sería en Barcelona o Mallorca, (...) o la supuesta 'intimidad'" que hubiera rodeado el encuentro.

Cree el fiscal que "la suposición, más de dos años después" de que en esa supuesta reunión se hubiera podido hacer "algún ofrecimiento" relacionado con los hechos objeto de la causa, "es una hipótesis fácilmente descartable, a la luz del contenido de la investigación" a Manos Limpias-Ausbanc.

El fiscal considera ilógico "que aquellos que pretendieran proponer una supuesta conducta delictiva comuniquen al instructor o le hagan partícipe de unos comportamientos que determinarían, en su caso, su persecución penal y desde luego la expulsión del procedimiento".

"Hacer partícipe al instructor de tales proposiciones, ofrecimientos o exigencias, no parece razonable, salvo que se hiciera con la finalidad de denunciarlas ante la autoridad competente", advierte.