La renuncia de Susana Díaz impulsa a Madina y Sánchez

Los 'barones' del PSOE han aceptado su decisión, aunque algunos no han ocultado su pesar.

Susana Díaz, presidenta de la Junta de Andalucía
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La presidenta andaluza, Susana Díaz, se ha retirado este martes de la carrera para suceder a Alfredo Pérez Rubalcaba en una decisión que ha dejado descolocado a buena parte del PSOE y que algunos socialistas se han apresurado a achacar al miedo a no salir airosa de la consulta a las bases.


Una competición a la que ella nunca se presentó formalmente, pero en la que todos la esperaban. Algunos, incluso, con bastante impaciencia, como la decena de "barones" que había apostado claramente por su candidatura y que ahora está con el pie cambiado.


Era un secreto a voces en círculos del PSOE que Madina y Sánchez estaban recibiendo "presiones" para no presentarse, después de que la mayor parte de los "barones" territoriales proclamaran a los cuatro vientos que querían a Díaz de secretaria general.


Veían en ella a la persona idónea para hacerse con las riendas del partido en un momento tan convulso como el que atraviesa ahora, sin experimentos inciertos, y para ello esgrimían su fortaleza institucional, su victoria en las europeas y el haber sabido cerrar heridas en el PSOE-A.


Detrás de estos dirigentes territoriales se ha hablado incluso de los expresidentes Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero, así como de otros históricos como José Blanco o José Bono, pero las maniobras no cuajaron y este fin de semana Madina trasladó el mensaje de que no pensaba "abdicar".


No en vano, era quien más se ha empleado para que la dirección federal admitiera que fueran los 200.000 militantes los que eligieran al secretario general, hasta el punto de sostener que si se hacía ese congreso abierto, él se presentaría.


Con ese escenario, y con el añadido de la dificultad de compaginar la Presidencia de la Junta con la Secretaría General del PSOE si salía elegida, Díaz ha preferido refugiarse en su Comunidad.


Díaz, según la lectura de la mayor parte de los dirigentes socialistas consultados por Efe, no ha querido arriesgarse a que le pasara lo mismo que a Joaquín Almunia cuando en 1998 se enfrentó con toda la maquinaria del "aparato" de Ferraz a Josep Borrell en las primarias. Y perdió.


Su paso atrás supone un impulso a las candidaturas de Madina y Pedro Sánchez, teniendo en cuenta que el aspirante de Izquierda Socialista, José Antonio Pérez Tapias, tiene pocas opciones, y la exministra Carme Chacón renunció a la batalla hace una semana.


Ya desde el primer minuto, Díaz había dicho que su prioridad era Andalucía y esta mañana a primerísima hora confirmaba lo que sólo conocían sus más cercanos: que no optará a la Secretaría General del PSOE en el congreso extraordinario del 26 y 27 de julio, previa consulta con los militantes el 13 de ese mismo mes.


"Mi lugar es éste, aquí, y como puedo aportar a Andalucía, por supuesto a España y a la política es cumpliendo con mi palabra y con los ciudadanos, y reforzando el vínculo de la presidenta de la Junta de Andalucía con la mayoría de los andaluces", ha argumentado.


Susana Díaz, que aduce que quiere darle "prestigio" a la política en un momento en el que se quiere poner en cuestión el sistema, ha hecho también autocrítica, y se ha preguntado si los socialistas se han enterado "de lo que ha pasado" en las elecciones europeas tras obtener los peores resultados de la democracia.


"Llevamos varias semanas mirándonos el ombligo y hablando de nosotros, no de lo que le preocupa a la gente", ha avisado la "lideresa", que se ha declarado de "una casta de fontaneros", en alusión al trabajo de su padre y a las críticas del líder de Podemos, Pablo Iglesias, a la "casta" política.


Quien no se ha mostrado sorprendido por la decisión de Díaz ha sido Rubalcaba, para quien es una postura "coherente" con sus prioridades, Andalucía, y tampoco Madina ni Sánchez, que no han escatimado elogios hacia su compañera.


Madina ha señalado además que la democracia en el PSOE es siempre sinónimo "de un futuro mejor" y que el socialismo en España está "a las puertas de un cambio histórico".


También Pedro Sánchez, que ha reconocido que el paso de Díaz ha sido determinante para tomar su propia decisión sobre presentarse o no, está seguro de que la renuncia de la presidenta andaluza es "el primer paso para la victoria electoral del PSOE en 2015".


La mayor parte de las federaciones del PSOE, entre ellas muchas de las que más habían apostado por su candidatura como País Vasco, Madrid, Comunidad Valenciana, Aragón, Murcia o Canarias, ha mostrado su respeto por la decisión de Díaz y, aunque algunos no han ocultando su pesar, también han subrayado el acierto que supone que refuerce su compromiso con los andaluces.


Desde el Gobierno andaluz, su portavoz, Miguel Ángel Vázquez, ha estimado que Díaz "ennoblece la política" porque los ciudadanos "quieren de sus políticos que cumplan la palabra dada".


En esa línea ha abundado su antecesor al frente de la Junta y del PSOE-A, José Antonio Griñán, para quien la presidenta ha demostrado tener "sentido común, sentido de la responsabilidad y sentido de Estado". "Cuando se es presidente de la Junta de Andalucía, la institución está por encima de partido", ha apostillado Griñán.


Hasta en la rueda de prensa conjunta del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y su homólogo mexicano, Enrique Peña Nieto, se ha hablado de esta noticia. Rajoy ha dicho que respeta la decisión de Díaz y ha confiado en que la situación de los socialistas no afecte a las relaciones con el Ejecutivo.


Susana Díaz tampoco quiere estar en la próxima Ejecutiva Federal, sea quien sea el líder, y la nueva incógnita es saber si estará o no en las primarias abiertas para elegir al candidato socialista a la Moncloa. Pero para eso, falta mucho.