El Príncipe asiste al mayor simulacro sísmico en España

Es el cuarto ejercicio de estas características que realiza la UME desde que se creó la unidad en octubre de 2005.

El Príncipe de Asturias asiste al ejercicio de la Unidad Militar de Emergencias.
El príncipe asiste al mayor simulacro hecho en España

El Príncipe de Asturias ha supervisado este martes en la localidad valenciana de Cheste el amplio y complejo dispositivo de emergencia montado en torno al simulacro de terremoto en la comarca de La este martesa de Buñol, el mayor ejecutado nunca en España con más de 3.000 participantes.


Don Felipe ha aterrizado en helicóptero a las 17.45 horas en el Complejo Educativo de Cheste, donde se ha instalado el puesto de mando operativo y desde el cual se coordinan las labores de emergencias para atender a los 300 muertos y 1.500 heridos que habría dejado el seísmo.


El Príncipe, que vestía el uniforme de teniente coronel del Ejército de Tierra, ha recibido una pequeña charla informativa por parte de los responsables del simulacro y se ha entrevistado con las autoridades civiles, que no han seguido posteriormente la comitiva que presidía el presidente valenciano, Alberto Fabra.


La visita ha incluido una morgue simulada en el Centro de Videoconferencias, de Operaciones Aéreas y el Centro de Inteligencia y Seguridad.


La llegada de don Felipe se ha producido instantes después de que se registrase una supuesta réplica del hipotético terremoto de 6,3 grados que ha afectado de forma simulada a la comarca de La este martesa de Buñol.


Posteriormente ha visitado una antigua fábrica de cemento donde se ha simulado un escenario urbano de viviendas derruidas y ha comprobado sobre el terreno cómo se realizan las labores de rescate con medios técnicos y perros adiestrados.


Además de por Fabra, el Príncipe ha estado acompañado por la delegada del Gobierno en la Comunitat, Paula Sánchez de León; el conseller de Gobernación, Serafín Castellano; el director general de Protección Civil y Emergencias, Juan Díaz Cruz; el teniente general del Ejército de Tierra, Rafael Comas, y el teniente general de la UME, César Muro, además de otras autoridades autonómicas y locales.


Los ministros del Interior y de Defensa, Jorge Fernández Díaz y Pedro Morenés, respectivamente, visitarán este ejercicio de emergencia el próximo jueves en otra visita institucional en la que estarán acompañados por la ministra ecuatoriana de Defensa Nacional, María Fernanda Espinosa.


Más de 3.100 personas participan desde ayer lunes y hasta pasado mañana en el mayor simulacro sísmico realizado en España, tanto por la extensión de territorio afectado como por la cantidad de personal de rescate y figurantes.


El simulacro trabaja con una de las hipótesis más dramáticas: 200 fallecidos, otros tantos desaparecidos, miles de heridos, vías férreas y carreteras cortadas e incluso fugas de productos químicos.


Bajo la coordinación de la UME, se ha simulado una emergencia de nivel 3, una catástrofe natural, que se produjo de forma ficticia en la madrugada del domingo al lunes y que ha provocado la movilización real de personal de los tres ejércitos, la UME y todos los medios autonómicos de emergencias.


Además, se ha unido personal civil experto en patrimonio, medio ambiente, abastecimiento de agua potable, telecomunicaciones o suministro eléctrico.


El ejercicio sirve de adiestramiento para personal civil y militar y cuenta con la participación directa del Departamento de Seguridad Nacional, Presidencia del Gobierno, Dirección General de Protección Civil y Emergencias y la Conselleria de Gobernación.


La UME ha elegido como epicentro del terremoto la localidad valenciana de Buñol, aunque trabaja, siempre de forma hipotética, con el censo y el patrimonio de la ciudad de Lugo (108.000 habitantes), de ahí el nombre elegido para el ejercicio, "Luñol 2014".


Los ejercicios están siendo supervisados por auditores externos y cuentan también con observadores de Brasil, Portugal y Ecuador, así como con la participación de una unidad mixta de Estados Unidos.


Según el general Muro, pese a ser el más ambicioso por extensión abarcada, magnitud de la tragedia y personal involucrado, "no ha conllevado un gasto muy superior" al del último simulacro organizado el año pasado, cuyo coste se cuantificó en 355.000 euros.