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El matrimonio del Dakar: "Conocernos tanto mejora el pilotaje"

Juan Morera y Lidia Ruba van a vivir su tercera experiencia en el rally más duro del mundo. Corren en la categoría Classic, y ya saben lo que es ganarla. 

Lidia Ruba y Juan Morera posaban este miércoles en la plaza de Santa Engracia de Zaragoza.
Lidia Ruba y Juan Morera posaban este miércoles en la plaza de Santa Engracia de Zaragoza.
Toni Galan

Juan Morera y la zaragozana Lidia Ruba son el matrimonio del Dakar. Él conduce y ella le guía como copiloto. Ya compitieron en las dos pasadas ediciones, además con mucho éxito, y este año repiten a bordo de un Porsche 959 –considerado uno de los modelos más míticos de la historia del rally– en la categoría Classic.

En esta disciplina corren modelos anteriores al 2000. Coches y camiones que ya se encuentran en el campamento de Arabia Saudí, listos para completar el imponente recorrido por las dunas del desierto de Empty Quarter, que comenzará el próximo 5 de enero –en Al-Ula– y se prolongará hasta el 19 del mismo mes, con llegada en Yanbu (región de Medina).

Ellos todavía no han viajado. Apuran las vacaciones navideñas en familia, junto a sus tres hijos, y partirán hacia allí en Nochevieja. «Bueno… más bien en Año Nuevo, porque ya será día 1 de enero», aclaran, y es que la hora de salida del avión está prevista para las 00.30, justo después de las campanadas y las consiguientes uvas.

«Nos las comeremos en el aeropuerto, pero rodeados de amigos. Todos los que tomemos ese vuelo seremos participantes del Dakar, y la mayoría ya nos conocemos de otras veces», explica Juan. «Nos hemos acostumbrado a pasar la festividad de Reyes alejados de nuestros pequeños. A ver si les traemos el regalo de una nueva victoria, aunque será complicado», añade Lidia, refiriéndose al éxito conseguido hace ya un año.

Entonces corrieron con un Toyota 4x4 modelo HDJ80. Ahora pilotarán el referido Porsche 959. Una réplica del que condujo el legendario piloto belga Jacky Ickx en el año 1986. Un bólido más potente pero menos fiable, que probarán por primera vez en los días previos al comienzo de la prueba más exigente del mundo.

Rápida adaptación

«Esto es muy habitual en el sector del motor. Hasta justo antes de la carrera, no tienes el coche listo. Nos adaptaremos allí, poco a poco. Sobre la marcha», comenta Juan Morera, antes de que su esposa remarque que en este Dakar el objetivo es «disfrutar», sabiendo que es «casi imposible» repetir lo conseguido en la anterior edición.

Ambos se marcan el objetivo de acabar. Aceptan el tópico de ir «día a día». Sin presiones extras, hasta alcanzar la meta de su tercer Dakar juntos. Siempre desde «complicidad» que da el «conocerse tanto», y que ayuda a superar las situaciones más comprometidas que se pueden dar en el desierto, entre las dunas y las rocas.

Las etapas maratón son las más comprometidas. Requieren –tal y como remarcan Juan y Lidia– tener mucha cabeza y asegurar cada kilómetro porque, si sufres una avería, es probable que te veas obligado al abandono. Mucho más, con un vehículo como el Porsche 959, más bajo que el Toyota y menos resistente a los golpes.

«Trataremos de aprovechar la experiencia que ya vamos teniendo. Nuestra primera aventura fue con un FIAT Panda 4x4, en 2022, y poco a poco hemos ido cambiando de aspiraciones. Nuestro año grande fue el pasado y ahora nos conformaríamos con ganar una etapa», concluye Lidia Ruba, reconocida como Aragonesa del año 2023 gracias al triunfo en el pasado Rally Dakar.

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