Los salones internacionales del automóvil celebran siempre unos días de presentaciones para la prensa antes de su apertura al gran público, pero la exhibición de nuevos modelos comienza, en realidad, la tarde o noche anterior a esos encuentros con periodistas, fotógrafos y profesionales. Así ocurre siempre en Detroit, en Tokio o en las más importantes citas europeas, la de Ginebra en primavera y las de París o Fráncfort en septiembre.

Teatros, óperas, museos, plazas, centros de convenciones u hoteles son escenarios elegidos para la primera exhibición de nuevos modelos en actos que suelen ser muy bien valorados por quienes acuden a ellos porque son más restringidos. En Fráncfort, cuyo salón registra estos días llenos absolutos tras su apertura a la prensa los pasados martes y miércoles, son muy famosas las galas de Volkswagen, que este año llevó al pabellón Fraport Arena (utilizado fundamentalmente para partidos de baloncesto) la presentación de la nueva generación de su modelo todoterreno Tiguan, que ha renovado su diseño, cuenta con mayor contenido tecnológico y dispondrá de una versión híbrida enchufable.

Opel hizo lo propio presentando el nuevo Astra –que incluye el novedoso sistema OnStar que hace de "asistente en carretera"– en el hotel Hilton y Jaguar estableció con su F-Pace un récord Guiness con un espectacular giro de potencia de 360 grados.

En el propio Salón llamó la atención la generalizada apuesta por aplicaciones más tecnológicas en todo tipo de vehículos. Prima la obligación de dar respuesta a las demandas de conectividad de los usuarios, mientras se sigue ganando en vehículos que emiten menos emisiones de CO2 a la atmósfera y se mantiene la apuesta por los modelos eléctricos, al menos a medio plazo.

Porsche y Audi, por ejemplo, presentaron los prototipos de sus nuevos coches eléctricos, el Mission E y el e-tron Quattro respectivamente, si bien los deportivos y, sobre todo, los SUV o ‘todocaminos’ parecen generar más esperanzas de ventas por las positivas expectativas que generan. El citado Jaguar F-Pace y el Kia Sportage están en esa línea, la misma que obliga a todas las marcas a trabajar duro a fin de ganar cuota en ese segmento, como ocurre con Opel y su modelo Mokka, que se ensambla en la factoría aragonesa de Figueruelas.

El certamen de Fráncfort es, como todos, de producto-producto-producto, pero da pie al conocimiento de informaciones sobre la industria y los contactos políticos. Ángela Merkel visitó el salón el miércoles y tuvo ocasión de hablar con los principales ejectivos del sector.

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