Aragón

Mábitat: "Ya podemos predecir un horizonte con viviendas sostenibles"

La madera encuentra su lugar en la construcción debido al influjo europeo.

Imagen de la construcción en Fuentelfresno, ya sólo a falta de los remates
Mábitat

Sistemas constructivos "un poco más caros", sólo "un poco", y una factura de la luz y el agua caliente que no superará los 300 euros al año. Es un compromiso y el resultado de conjugar madera y aislamientos en la construcción de viviendas de una forma muy eficiente. "Antes de la crisis, con la explosión del hormigón y el ladrillo, era impensable. Pero ahora es la tendencia. Nos ha contagiado Europa", expreso Pablo Sabín, gerente de Mábitat, francamente satisfecho con este cambio.


La empresa soriana forma parte de un sector que promete dar mucha guerra y que va a rebufo de la construcción verde europea, siempre muy por delante y abriendo camino.


En España, de hecho, sigue existiendo una relación entre la casa prefabricada de madera y la vivienda unifamiliar. Mientras, en países como Noruega o Gran Bretaña, construyen edificios donde la madera es clave. De hecho en Noruega están levantando un rascacielos de estas características.


"Aquí también se puede hacer, por supuesto. Desde viviendas unifamiliares hasta edificios de tres o cuatro plantas", explicó el gerente de Mábitat, quien considera que el optimismo que irradia la empresa soriana es generalizado en España, donde este sector pionero por fin encuentra la luz.


"Hemos demostrado que existe un público que busca las viviendas con madera y con eficiencia energética. Esto responde a un cambio de sensibilidad. Se terminó el hormigón y el gris, por lo menos para parte de la sociedad. Con la vorágine que había era impensable, antes. Por otro lado la normativa europea exige más en materia de sostenibilidad y la española va detrás. Así que podemos predecir un horizonte con viviendas sostenibles. Se ha visto en la cumbre del clima de París, por ejemplo".


Para Mábitat, que abandera esta tendencia en Soria, supuso un impulso importante que le encargaran el pasado año, en Ávila, el centro de recepción de visitantes de la Finca Garoza, el bosque abulense donde el artista vasco Agustín Ibarrola pintó piedras entre 2005 y 2009.


La inauguración, a finales de septiembre, dio visibilidad nacional a la empresa, que recoge ahora los frutos de aquella obra levantada en un entorno tan espectacular.


Para llevar a cabo en tiempo y forma el centro de recepción de visitantes, Mábitat tuvo que dar un parón en Fuentelfresno, donde en escasas semanas entregará otra vivienda muy especial, que no tendrá calefacción convencional y contará exclusivamente con una estufa de pellets. "Algo desconocido hasta ahora". 170 metros cuadrados con un aislamiento y una eficacia energética que hacen realidad como nunca antes el concepto de un hogar verdaderamente sostenible.


"Estamos haciendo los remates, pero en un mes estará la vivienda lista y entregada", contó Pablo Sabín, entusiasmado. Se trata de una casa de máxima eficiencia energética (clase A), con muros estructurales de 22 centímetros de espesor.


Una vez culminado este proyecto Mábitat tiene previstos otros dos para empezar este año. Uno en Asturias, en Nava, una vivienda unifamiliar privada, y otra en Tera. Ambas enfocadas siempre al "bajo consumo".


Cuatro personas trabajan en Mábitat, si bien la empresa está asociada con otra firma soriana de la construcción, y en total son ocho personas trabajando de manera habitual en el equipo.


Con la mirada siempre puesta en Europa, "en algunos países tienen hasta el 80% de las casas unifamiliares construido con madera", Mábitat aprovecha el "tirón" y apuesta por enfrentarse a nuevos proyectos. Siempre con la madera y con Soria por delante.

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