La residencia de mayores de Utebo acogerá a diez enfermos terminales

Las residencias ofrecerán servicios sociosanitarios más económicos para la Administración que una cama de hospital.

Instalaciones de la nueva residencia de mayores de Utebo
La residencia de mayores de Utebo acogerá a diez enfermos terminales
Heraldo

La residencia de mayores de Utebo acogerá a diez enfermos terminales o crónicos como parte de una prueba piloto del Instituto Aragonés de Servicios Sociales (IASS). Las residencias privadas de Aragón llevaban mucho tiempo demandando que se concertasen plazas de este tipo ya que consideran que sus instalaciones están lo suficientemente equipadas y sus profesionales correctamente formados para atender a pacientes terminales. Si el experimento tiene éxito, la iniciativa podría extenderse a otras residencias de la comunidad autónoma.


Carlos Ferrer, portavoz de ARADE, expone que los costes por día de una plaza hospitalaria están “disparadísimos” y que en una residencia los enfermos “pueden estar mucho más cuidados por un coste bastante inferior”.


Hasta ahora, los mayores terminales que requerían unos cuidados sanitarios y se encontraban en unas condiciones sociofamiliares desfavorables eran atendidos en hospitales de media o larga estancia como el San Juan de Dios o el Hospital Provincial. En las residencias solo se atendían a mayores terminales cuando no requerían de cuidados específicamente hospitalarios (estar conectados a un respirador, transfusiones reiteradas etc). Esta prueba piloto plantea la posibilidad de crear plazas sociosanitarias en las residencias por lo que se entiende, según explica Ferrer, que las residencias tendrían que estar equipadas para atender a enfermos que necesitan estar asistidos. “Habría que equipar las residencias pero la gran mayoría ya tienen muchos de estos servicios”.


“La idea es que la fase larga antes del fallecimiento, en la que necesitan estar asistidos, puedan pasarla mejor atendidos en una residencia. Por supuesto, en una situación límite final los allegados pueden pedir el traslado al hospital”.


En un principio la iniciativa contempla que los enfermos terminales o crónicos que opten a estas plazas sean mayores de 65 años. Carlos Ferrer explica que también podrían darse casos de personas más jóvenes que necesiten cuidados “exhaustivos durante un largo periodo de tiempo”. “Las encuestas que se realizan a todo el sector privado de residencias de Aragón han reflejado la demanda del sector de crear plazas concertadas de este tipo”.


Cuando comenzó la crisis los responsables de residencias de mayores de Aragón detectaron una caída de la demanda porque las familias preferían hacerse cargo de sus mayores para poder contar con su pensión como parte de los ingresos familiares. Esta medida podría ayudar a cubrir las plazas libres de las residencias a la par que contribuye a bajar los costes en los hospitales.