La lactancia se ve cohibida por las presiones de la sociedad y la falta de información

Mimamá saluda el reconocimiento de la crianza como un derecho humano.

Imagen de archivo de un acto de lactancia materna de la Asociación Mimamá.
Imagen de archivo de un acto de lactancia materna de la Asociación Mimamá.
Mariano Castejón

El Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas (ONU) ha reconocido recientemente la lactancia materna como un derecho humano tanto para los bebés como para las madres que debe ser fomentado y protegido. Los expertos reunidos en Ginebra señalaron que, para que esto sea posible, los gobiernos deben detener la comercialización "engañosa, agresiva e inapropiada" de sustitutos de la leche materna que realiza la industria a nivel global. Añadieron que esas prácticas de mercadotecnia a menudo afectan negativamente a las decisiones que toman las mujeres sobre cómo alimentar a sus bebés e impiden que tanto los menores como las madres disfruten de los beneficios para la salud que ofrece la lactancia.


En la misma línea se muestran desde la Asociación Mimamá de Soria, de apoyo a la lactancia materna, al poner el acento en que la crianza "es una decisión de la madre", pero ‘gracias’ a "cuestiones sociales, falta de información, además publicidad encubierta y engañosa sobre las leches de fórmula" las mujeres se sienten confundidas, incluso coartadas a la hora de hacer un gesto tan natural y beneficioso como el de sacar el pecho y amamantar a su bebé.


Así lo explican las miembros de Mimamá María Pérez Moneo, fisioterapeuta experta en Obstetricia y Uroginecología, y Reyes Laguna Jiménez, enfermera de profesión, quienes se refieren al "absoluto desconocimiento" por parte de muchos profesionales del Código de Comercialización de Sucedáneos de la Leche Materna, publicado por la OMS y Unicef en 1981. Se trata de un documento que recoge precisamente las reglas destinadas a proteger la lactancia materna de prácticas comerciales poco éticas. Y aunque han pasado varias décadas desde su publicación, insisten, muchos profesionales sanitarios desconocen su existencia o las medidas que se deben desarrollar para su cumplimiento; al tiempo, cabe destacar que muchos países y sus gobiernos no han puesto en marcha medidas legales que recojan las disposiciones del mencionado código.


Este documento no permite la donación de muestras a las madres ni la publicidad de sus productos en los centros sanitarios. Además tampoco faculta la donación de muestras ni el obsequio con regalos a los profesionales sanitarios. Por eso, desde Mimamá instan a que se tengan en cuenta todos estos aspectos sin sesgar el derecho de la madre a decidir.


A pesar de que siempre se habla de los beneficios de la leche materna, desde la organización de apoyo a la lactancia consideran que lo óptimo sería comentar que la crianza, "partiendo de la idea de que no hay comparación, no es que tenga beneficios sino que es lo natural; los perjuicios son de la leche de fórmula". Evidentemente, reflexionan, siempre hay madres que, por las circunstancias que sean, no pueden dar el pecho o no quieren. Pero generalmente se hace "por cuestiones de presión social, desinformación, mitos...".


Destacan un aspecto importante a la hora de reflejar esa cuestión social, pues no son pocas las veces que se hacen campañas de recogidas de alimentos y se piden leches de fórmula, tanto a nivel nacional como internacional. Puntualizan que si el reparto no es acorde a las necesidades se puede producir un fenómeno de desnutrición (al reducir las dosis) dada la carestía de estos productos y la imposibilidad de las familias de comprar un bote de estas leches, que es de dos cifras. Por eso se muestran "a disposición" de las organizaciones para ayudarles a gestionar la alimentación de los niños sin tener que llegar a la petición de estas leches; una opción "loable", pero que tiene sus consecuencias para las familias.

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