Internacional

"Nos decían que no pasaba nada y el barco se estaba hundiendo"

NAUFRAGIO DE UN CRUCERO EN ITALIA

Carlos Peñacova, uno de los españoles que viajaba en el crucero Costa Concordia, ha relatado de esta forma, la dramática experiencia que han vivido.

Naufragio de un crucero en Italia_13
AGENCIAS

Carlos Peñacova, uno de los españoles que viajaba en el crucero Costa Concordia, ha criticado este sábado que la tripulación del barco les engañara y les dijera que no pasaba absolutamente nada cuando el barco se estaba hundiendo.


Peñacova ha relatado de esta forma, en declaraciones a la Cadena Ser, la dramática experiencia que han vivido tras el naufragio del crucero en aguas de la isla italiana de Giglio, a consecuencia del cual han fallecido al menos tres personas y otras 14 han resultado heridas.


El turista español, que embarcó el pasado lunes para hacer un crucero de siete días por el mediterráneo, ha reconocido que ha llegado incluso a temer por su vida, sobre todo cuando veía que el bote salvavidas en el que se encontraba se estaba "llenando bastante" de agua.


Tras criticar el caos y el descontrol que se ha producido en la evacuación, Peñacova ha denunciado que, a diferencia de lo que suele ser habitual, en esta ocasión, no recibieron instrucciones de emergencia y que, por eso, la gente iba al bote salvavidas que tenía más cercano, no al que le correspondía.


"Había gente que intentaba entrar (al bote) cuando estaba lleno", ha proseguido este turista, quien ha insistido en el "descontrol" que se ha producido en la evacuación: "Nos decían que no pasaba absolutamente nada y el barco se estaba hundiendo...".


Ha criticado también que no bajaran del crucero los botes salvavidas, a pesar de que ya habían sonado los siete pitidos que es la orden directa de que el crucero tiene que estar evacuado totalmente.


El crucero, en el que viajaban 4.229 personas, 3.209 de ellas pasajeros, naufragó la pasada noche cuando se dirigía desde el puerto de Civitavecchia, a unos 70 kilómetros de Roma, al norteño de Savona.

Ningún español está ingresado en hospitales


El embajador de España en Italia, Alfonso Lucini, confirmó este sábado que "ningún español se encuentra ingresado" en un hospital, tras el naufragio anoche del crucero Costa Concordia frente a las costas de la isla de Giglio, en la región de Toscana.


El diplomático dijo, sin embargo, que "no se ha podido constatar aún si hay desaparecidos entre los españoles" (las autoridades italianas estiman en 70 el número total de desaparecidos) y que para ello se dispone a revisar la lista de pasajeros españoles que viajaban en la embarcación.


Añadió que se baraja la cifra, "aunque no es segura", de 188 españoles que iban a bordo del barco, de los que sí se sabe que "siete pertenecen de la tripulación y el resto eran pasajeros".


Lucini, quien acudió al hotel Hilton de Fiumicino, se reunió con un grupo de unos 35 españoles que relataron su experiencia y denunciaron que la capitán de la nave "les mintió".


Además del hotel Hilton, hay grupos de españoles alojados en otro hotel de Fiumicino, a 30 kilómetros de Roma, y en otros dos de Civitavecchia.


Asimismo, dos autobuses con españoles a bordo se dirige desde la costa toscana hacia Roma.


El embajador de España trata de negociar un vuelo chárter con la compañía Costa Crociera para la repatriación de los casi 200 españoles que vivieron la experiencia.


Los españoles que se encontraban en el Hilton ofrecían la verdadera estampa de náufragos, en contraste con la categoría del hotel.


Algunos arropados con mantas, otros descalzos y los más afortunados con zapatillas de hotel, ya que les obligaron a quitarse los zapatos cuando subieron a la barcas de salvamento.


Varios de ellos se abrigaban con jerséis con lemas turísticos que les fueron proporcionados por los paisanos de Giglio, a quienes se mostraron "muy agradecidos", pero se quejaron de que al llegar al hotel de lujo les dieron los restos del desayuno.


Los españoles relataron que, cuando estaban cenando a bordo del barco, se apagó la luz y miembros de la tripulación les dijeron que estuvieran tranquilos, que se trataba de una "avería eléctrica", e incluso les invitaron a refugiarse en sus camarotes.


Cuando la nave comenzó a inclinarse y vieron a la tripulación correr por los pasillos, se percataron de que se encontraban en peligro, dijo el grupo de españoles, que añadió: "el capitán nos mintió".


"Viví escenas del Titanic. En el momento en que se tumbó el barco, me tuve que agarrar a una barandilla por la inclinación" de la nave, narró Mari Carmen Ramón, de Alicante.


Un joven de Mallorca, que prefirió mantenerse en el anonimato, afirmó que no sabe dónde están sus dos amigos porque se dejaron los móviles en los camarotes.


Los españoles explicaron al embajador que, cuando embarcaron ayer en el crucero, no hubo ninguna demostración para casos de emergencia, tan solo unas indicaciones en "power point".


Alegaron, asimismo, que la tripulación dio muestras de no tener ni idea de evaluación de pasajeros ni de prácticas de emergencia.