Internacional

Partidos belgas dejan de lado al más votado para formar Gobierno

Reforma de Estado

Se comprometen a negociar un acuerdo de Gobierno a la vuelta del parón veraniego, más de un año después de las elecciones.

La mayoría de partidos políticos belgas –cuatro flamencos y cuatro valones– se han comprometido a retomar las negociaciones a la vuelta de las vacaciones para tratar de formar un Gobierno de coalición, que reemplace al que dirige el democristiano Yves Leterme, en funciones desde hace más de un año, y del que no formará parte la fuerza más votada en los comicios de junio de 2010, los secesionistas flamencos de la N-VA.


El pasado miércoles, un día antes de que Bélgica celebrara su Día Nacional, el rey Alberto II instó a los grupos políticos a formar con «urgencia» un nuevo Ejecutivo de plenos poderes para evitar dañar la situación económica y el bienestar social de los belgas.


Los partidos liberales, socialistas, democristianos y ecologistas de las comunidades flamenca y valona lograron un acuerdo sobre la «metodología de trabajo» con la que esperan construir el «clima de confianza» necesario para reanudar las conversaciones, según el mediador designado para los contactos.


El objetivo es afrontar la profunda reforma de Estado que exigen en el norte del país para salir del 'impasse' político, pero lo harán a partir del 15 de agosto, tras un descanso propuesto por el propio monarca en un comunicado.


El líder de los socialistas valones y encargado por el Rey de impulsar este acuerdo, Elio di Rupo, ha celebrado el consenso y recalcado que, aunque «no era fácil», los líderes de cada grupo han «asumido su responsabilidad». «Todos tendrán problemas en sus partidos», ha advertido Di Rupo, en una declaración emitida en los cuatro canales de televisión del país.


Mientras, el líder de los independentistas flamencos, Bart de Wever, ha criticado el anuncio y acusado a los partidos flamencos de ceder en sus planteamientos para formar coalición con los grupos valones, al tiempo que ha alertado de que el acuerdo se traducirá en «una avalancha de impuestos para la clase media y empresarios».


Además, ha ironizado con el hecho de que el monarca pidiera celeridad para dar con una solución hace dos días y ahora permita que «estos señores y señoras puedan, de repente, marcharse tres semanas de vacaciones» antes de retomar los trabajos.


En cualquier caso, los protagonistas del consenso han destacado que se trata de un «primer paso positivo», pero dicen que es necesario seguir avanzando tras el parón veraniego para negociar la formación del Gobierno de coalición.


De hecho, el presidente de los democristianos flamencos (CD&V), Wouter Beke, ha advertido de que primero se negociarán los aspectos institucionales, con el estatus de Bruselas capital y región entre los principales escollos por dirimir. Sólo después se negociará la formación del Gobierno, por lo que alguna formación puede quedar fuera del Ejecutivo una vez se resuelvan las cuestiones clave de la reforma del Estado.


Así, la circunscripción electoral de Bruselas-Hal-Vivorde (BHV) será el primer tema de discusión, para después decidir sobre leyes de financiación, autonomía fiscal y transferencia de competencias del Estado a las regiones.


Los partidos llamados a retomar las negociaciones a partir del 15 de agosto son el partido socialista valón (PS) y el flamenco (Sp.a); los liberales de las dos comunidades, MR (francófonos) y Open Vd (neerlandófonos); los verdes de norte (Groen) y sur (Ecolo) y los democristianos de ambos lados, los flamencos (CD&V) y los valones (CdH).



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