Internacional

Mayanmar se proclama vencedor de los comicios

BIRMANIA

El partido de los generales se proclama vencedor de los comicios
EFE

El partido de los generales de la Junta Militar de Birmania (Myanmar) se proclamó vencedor de los comicios celebrados el pasado domingo, parte de un proceso electoral considerado fraudulento por opositores y opaco en Occidente.


La victoria del Partido del Desarrollo y Solidaridad de la Unión encabezado por el primer ministro Thein Sein, y que adelantó el canal estatal de televisión el día anterior, la confirmó al citado medio un destacado oficial de la formación.


En el seno del partido, creado hace unos meses con la estructura de la organización paramilitar gubernamental que tenía alistadas a unas 27 millones de personas -casi la mitad de la población del país-, se barajaba que habían obtenido del 75 al 90 por ciento del total de los escaños.


Con esos porcentajes y a la espera de que la Comisión Electoral haga públicos los resultados del recuento manual de los votos, el partido afín al régimen dominaría no sólo las dos Cámaras federales, sino también las asambleas regionales.


Eso significará un serio revés para las aspiraciones de las agrupaciones políticas de las etnias minoritarias, muchas respaldadas por guerrillas bien armadas.


Las guerrillas étnicas que optaron por legalizar partidos para participar en las elecciones centraron sus esfuerzos en conseguir el control de las asambleas regionales con la finalidad de ampliar o conservar el grado autonomía cedido por el Gobierno a cambio de un alto el fuego.


En el estado Shan, en la región del noreste del país y en la que más combates libran las tropas gubernamentales, oficiales del Partido Democrático de las Nacionalidades Shan -conocido como del Tigre Blanco y que partía como favorito de la mano de su líder, Sai Akik Paung-, indicaron que su formación había sido derrotada por la de los generales.


A los comicios del domingo, los primeros en 20 años de férreo régimen, se presentaron unos 3.000 candidatos de 37 partidos políticos y otros 82 independientes, para pugnar por los 494 escaños de las dos Cámaras y los 665 asientos correspondientes a las 14 asambleas en los distintos estados y regiones.


Según declaraciones hechas por destacados miembros del Partido del Desarrollo y Solidaridad de la Unión a la prensa estatal, el 70 por ciento de los cerca de 28 millones de birmanos llamados a las urnas ejercieron su derecho al voto, un dato que contrasta con la baja afluencia que los testigos observaron el día de la votación.


En la región de Mandalay, en la meseta central y donde el partido opositor Fuerza Nacional Democrática cuenta con una amplia base de seguidores, la formación afín al régimen consiguió 103 de los 105 escaños correspondientes.


"Estamos valorando si decidimos rechazar los resultados", señaló a Efe Thaung The, abogado y miembro del comité regional del partido creado por ex militantes de la Liga Nacional por la Democracia cuando ésta decidió boicotear las elecciones al considerar que eran una estrategia de la Junta para perpetuar a los militares en el poder.


Al menos otras siete formaciones también han presentado denuncias de fraude, todas contra el partido del ex general Thein Sein, quien acaricia renovar su mandato al frente del primer gobierno civil tras más de medio siglo de régimen militar.


Unos dos millares de oficiales del Ejército, entre ellos 27 ministros del Gobierno con rango de general, renunciaron meses atrás a su carrera militar para ser candidatos o liderar los dos partidos de corte autoritario.


La otra formación próxima a la Junta que preside el general Than Shwe, es el Partido de Unidad Nacional, presidido por Yun Ti, un estrecho colaborador del dictador Ne Win.


La Constitución, de 2008, reserva a los militares 110 escaños del total de 440 de la Cámara Baja, otros 56 asientos en la Cámara Alta, integrada por 224 senadores, y además establece que sólo mandos castrenses pueden estar al frente de los ministerios de Defensa, Asuntos Fronterizos e Interior.


Por otro lado, dicta que el jefe de la Fuerzas Armadas tendrá el poder para asumir el control absoluto en el caso de que se declare el estado de excepción.


Estados Unidos, la Unión Europea, Japón y otros países han denunciado la opacidad con la que se ha llevado el proceso electoral, al igual que las Naciones Unidas.


Hasta el momento, la Junta Militar birmana ha hecho poco caso a la comunidad internacional, incluso a sus reiteradas peticiones para que libere a los más de 2.200 presos políticos, y entre estos a la líder de la oposición y nobel de la paz, Aung San Suu Kyi.

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