Los graves disturbios en Nueva Caledonia atrapan a cientos de turistas, entre ellos un español

Macron llega a la colonia francesa para "escuchar y hablar" con políticos locales y sofocar la ola de violencia que ha causado seis muertos.

Disturbios y destrucción en la colonia francesa, Nueva Caledonia
Disturbios y destrucción en la colonia francesa, Nueva Caledonia
Bruno Favre

Emmanuel Macron envió hace una semana a más de un millar de soldados a Nueva Caledonia para tratar de contener la ola de violencia que sacude a la colonia francesa y ahora es el propio presidente quien se encuentra en este archipiélago situado a 17.000 kilómetros de París para apaciguar la crisis, la peor en cuarenta años, que ha causado seis muertos y cientos de heridos.

En las calles se ven negocios arrasados y edificios calcinados, las carreteras están bloqueadas y cientos de extranjeros se han quedado atrapados en este turístico destino. Entre ellos hay un español. Se trata, según informaba este miércoles la cadena SER, del donostiarra Iñigo Aguayo, que aterrizó hace veinte días junto a su marido, alemán, y se siente "desamparado" tras intentar sin éxito contactar con el Ministerio de Asuntos Exteriores. "Al principio estuvimos en islas más pequeñas y no notamos la tensión, pero al llegar a la capital la situación era diferente", retrató.

El aeropuerto internacional de Nueva Caledonia está cerrado y en torno a un centenar de extranjeros ha logrado abandonar el territorio a través del pequeño aeródromo de Magenta repatriados en aviones militares por los Gobiernos de Australia y Nueva Zelanda. La repentina decisión de Macron de volar hacia el archipiélago, donde estaba previsto que aterrizara a última hora del miércoles u este jueves temprano, evidencia la gravedad del estallido de violencia en este territorio colonizado a mediados del siglo XIX por Francia, que soporta semana y media de disturbios y ayer mismo sufrió un ciberataque sin precedentes. "La situación es terriblemente triste y peligrosa", advirtió el exprimer ministro galo Edouard Philippe.

Sin agenda oficial

No se conoce la agenda de Macron para este viaje aunque, según sugirió un asesor del Elíseo, el presidente tiene intención de "escuchar, hablar y mantener conversaciones" con responsables políticos y funcionarios para tratar de restablecer el orden. Quiere "dar respuesta a las muchas preguntas legítimas de los caledonios", añadió. El mandatario llega cuando los episodios violentos han perdido intensidad, pero no han desaparecido y las fuerzas de seguridad aún no se atreven a entrar en determinados barrios. De hecho, en la noche del martes, se podía ver humo en dos escuelas y el fuego devoraba un concesionario con 300 vehículos en Numea, la capital.

El presidente francés, Emmanuel Macron, en el momento de su embarque en el avión que le llevaría hasta Nueva Caledonia.
El presidente francés, Emmanuel Macron, en el momento de su embarque en el avión que le llevaría hasta Nueva Caledonia.
LUDOVIC MARIN

La chispa que ha derivado en la detención de casi 300 personas desde el lunes de la pasada semana saltó después de que la Asamblea Nacional, en París, aprobara ese día una reforma constitucional que abre la puerta a que el censo electoral de Nueva Caledonia se amplie a los ciudadanos franceses con un mínimo de diez años de residencia en este archipiélago del sur del Pacífico.

Muchos canacos -la población autóctona, en torno al 40% de los habitantes- temen que este cambio diluya su influencia en las instituciones locales, mientras que los contrarios a la independencia de la colonia respaldan la iniciativa. El Ejecutivo francés sospecha, además, que detrás de los altercados por este asunto se encuentra la injerencia extranjera y señaló directamente a Azerbaiyán, enfrentado con Francia por su apoyo a Armenia.

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