Asalto israelí al hospital de Yenín: "Entraron en su habitación y les dieron cinco tiros"

El centro rememora, aún sin superar el pánico, la operación de agentes encubiertos de Israel que acabó con la vida de tres milicianos palestinos

Así entraron los soldados israelíes disfrazados
Así entraron los soldados israelíes disfrazados
AP

La puerta de la habitación 376 del hospital Ibn Sina de Yenín no para de abrirse y cerrarse. El enfermero de guardia de la tercera planta es el encargado de la llave y recibe a los curiosos. En una esquina descansa la silla de ruedas de Basil Ghazawi, en las paredes hay marcas de disparos, pero los rastros de sangre han desaparecido tras la limpieza. "Todos aquí hemos visto una serie como 'Fauda' y la realidad ha superado a la ficción, no nos lo podemos creer. Entraron en su habitación y les dispararon en sus camas. En total fueron cinco tiros para el paciente y sus dos acompañantes", afirma incrédula Abeer al Kilani, empleada de este moderno centro médico asaltado a las cinco de la mañana del martes por agentes encubiertos de Israel disfrazados de civiles y personal sanitario.

Basil, miliciano de Yihad Islámica que quedó parapléjico tras las heridas sufridas a causa del ataque de un dron hace tres meses, su hermano Mohamed, también de Yihad, y Mohamed Jalamneh, amigo y miembro de Hamás, fueron los objetivos de Israel. 'Fauda' (que significa 'caos' en árabe) es la popular serie israelí en la que agentes de las fuerzas especiales realizan operaciones de todo tipo en territorio palestino. Lo vivido en Yenín superó a cualquier guión, como captaron las cámaras del hospital. El personal de seguridad del centro asegura que percibieron algo extraño en el grupo de recién llegados, pero ahora dan gracias a que no dieron la voz de alarma porque "podía haber habido una masacre si se ponen a disparar contra todos". No reaccionaron.

"Era un caso exitoso del hospital. Le conseguimos salvar la vida y hasta parecía que comenzaba a sentir algo en una de sus piernas. Muy leve, pero era un primer paso positivo. Después de más de tres meses con nosotros era parte de la familia y todo el personal le conocía", explica el doctor Neji Nazzal, director del hospital, a la hora de hablar de Basil. "Lo que hemos vivido ha sido un mensaje de Israel para dejar claro que pueden golpear en cualquier lugar", dice Nazzal.

Israel informó de una operación exitosa en la que logró "neutralizar" a tres terroristas que se escondían en un hospital y planeaban un ataque similar al del pasado 7 de octubre. "No es la primera vez que ocurre. Antes ya hicieron operaciones así en Hebrón y Nablus. La diferencia es que aquí asesinaron de un tiro en la cabeza a un paciente parapléjico, incapaz de moverse", explica el director de este centro inaugurado hace apenas tres años a las puertas del campo de refugiados. "Nosotros somos médicos y nuestra obligación es tratar a heridos como Basil. No preguntamos si son o no milicianos. Atendemos a todos los heridos y enfermos que llegan", apunta el doctor.

Así entraron los soldados israelíes al hospital
LAPRESSE

Diez minutos de operación

Desde la entrada hasta la salida de los israelíes discurrieron poco más de diez minutos. "Entre ellos hablaban hebreo, pero a todo el que se cruzaban le gritaban en perfecto árabe", según cuentan testigos de la misma planta que piden mantener el anonimato por temor a represalias. Los vecinos de habitación son una familia de Gaza que viajó al hospital para recibir tratamiento antes de los ataques de Hamás del 7 de octubre y ahora no pueden regresar. Una situación que se repite en centros de toda Cisjordania.

El Ministerio de Salud palestino recogió todas las pruebas de lo sucedido y envió el material a Naciones Unidas y la Cruz Roja Internacional para denunciar lo que consideran que atenta con las leyes internacionales. La violencia se ha disparado en Cisjordania desde el estallido de la guerra en Gaza, pero ya antes el campo de refugiados de Yenín se había convertido en el punto más caliente de los territorios ocupados. "No tenemos confianza en que nuestra denuncia prospere. Estamos solos y para Israel no hay líneas rojas", lamenta el doctor Nazzal

A pocos minutos del hospital se ha habilitado un nuevo cementerio en mitad de un descampado. Allí descansan ahora los cuerpos de los hermanos Basil y Mohamed, juntos, y el de su amigo Mohamed. No han tenido tiempo para poner placas de mármol. El goteo de vecinos es constante. A quienes Israel mata bajo la acusación de ser "terroristas", en Yenín les lloran como "mártires" de la resistencia. 

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