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Japón, azotado por el seísmo, asiste al rescate de 379 viajeros de un avión en llamas

Todos los pasajeros de un Airbus-A350 sobrevivieron tras chocar con un aparato de la Guardia Costera, en el que murieron cinco tripulantes.

Incendio del Airbus-A350 de la compañía Japan Airlines en el aeropuerto Haneda de Tokio
Incendio del Airbus-A350 de la compañía Japan Airlines en el aeropuerto Haneda de Tokio
ISSEI KATO

"Sentimos un golpe repentino y hubo una gran conmoción. Cuando vi el fuego me escapé rápidamente. Dejé todo mi equipaje salvo el móvil". Yasuto Imai, un ejecutivo de 63 años, es uno de los 379 pasajeros del Airbus-A350 de la compañía Japan Airlines que este martes sobrevivieron a la colisión contra una aeronave de la Guardia Costera y el pavoroso incendio posterior de los dos aparatos en el aeropuerto tokiota de Haneda. El accidente ocurrió sobre las seis de la tarde (9:55 horas en España) cuando la nave comercial aterrizaba y el Bombardier de las fuerzas de rescate despegaba con material de socorro para los damnificados del gran terremoto que azotó el país en Año Nuevo. Cinco de los seis tripulantes de la guardia perecieron en el acto. El pasaje del Airbus salió indemne salvo 14 viajeros que sufrieron quemaduras en la garganta por inhalación del aire caliente.

En medio del enorme drama que vive Japón a causa de un seísmo que contabiliza ya 57 fallecidos y cuantiosos daños materiales, el milagro se produjo en uno de los dos principales aeródromos de Tokio ante la estupefacción de una población que no daba crédito: todos en el país vieron por televisión cómo los dos aviones explotaron al chocar y el Airbus continuó por la pista C del aeropuerto sobre su panza, deslizándose cientos de metros sin tren de aterrizaba y envuelto en llamas hasta que se detuvo y el fuselaje entero acabó engullido por el fuego. Los 267 pasajeros, ocho de ellos niños, y doce miembros de la tripulación pudieron saltar por las rampas de emergencia antes de quedar atrapados. "Un minuto más y no sé si hubiéramos salido", confesó un afectado a los medios. "Cuandobajé a la pista y vi el avión ardiendo, me di cuenta de que no sabía si estaba viva o no", relataba otra usuaria, ya en la terminal.

Las declaraciones de los usuarios, muchos de ellos familias procedentes de la isla de Hokkaido que regresaban a Tokio desde el aeropuerto de Shin Chitose tras unos días de descanso, coinciden en que la aeronave descendió sin problemas hasta que percibieron un "fuerte golpe" al tocar tierra. La mayoría se quedó desconcertado al empezar a ver el fuego. "Las llamas eran tan intensas que la ventana se tiñó de naranja. El humo llenó la cabina y los pasajeros gritaron: '¡Está en llamas! ¡Está en llamas!'", relata un oficinista de 47 años, que había pasado el fin de año en una estación de esquí . "Escuché un ruido sordo y cuando miré por la ventana, había humo saliendo de las alas, Sentí calor", explica también una mujer.

"Las llamas eran tan intensas que la ventana se tiñó de naranja. El humo llenó la cabina y los pasajeros gritaron: '¡Está en llamas! ¡Está en llamas!'"

Pese al "terror" y la "incertidumbre", un vídeo difundido por el Ahsaji Shimbum mostraba una escena absolutamente insólita con el Airbus maltrecho ya detenido sobre la pista. Los pasajeros permanecen sentados en sus asientos en la penumbra mientras se aprecia una leve cortina de humo y las ventanillas de un lateral reflejan el fuego del exterior. Los niños y algunos adultos gritan "por favor, sacadnos rápido", otros lloran y se remueven sin saber qué hacer. Una azafata evita que el pánico se adueñe de todos moviendo las manos de arriba a abajo instando a la gente a permanecer sentada mientras grita "gracias por su cooperación". Las siguiente imágenes muestran una evacuación bastante ordenada -otra azafata impide que nadie regrese a por su equipaje- e incluso puede apreciarse, desde el exterior cómo los afectados descienden por el tobogán de emergencia y se alejan iluminados por el fuego de uno de los motores del Airbus destrozado.

Cinco miembros de la Guardia Costera han fallecido tras el choque de su aeronave con un vuelo comercial en un aeropuerto de Tokio, choque que produjo un importante incendio que obligó a evacuar a los 379 ocupantes del avión comercial, confirmaron las autoridades japonesas. El suceso se produjo cuando el vuelo 516 de Japan Airlines procedente de Sapporo (norte del país) colisionó con el avión de los guardacostas nada más aterrizar a las 17.47 hora local (9.47 GMT) en Haneda, uno de los dos aeropuertos internacionales que dan servicio a la capital japonesa.
LAPRESSE

Entrenamiento

Las tripulaciones de las aerolíneas se entrenan una vez al año para este tipo de casos. La pruebla exige extender las rampas de escape y evacuar a todos los usuarios por los laterales en 90 segundos. Tanto la pericia del piloto, que logró mantener estable la aeronave, como la profesionalidad del resto del personal de vuelo fueron claves para que el siniestro no se conviertiera en una catástrofe. "Si no hubo víctimas en un vuelo casi lleno es porque el capitán, la tripulación y los pasajeros actuaron con calma", afirmaba anoche un experto en seguridad aérea.

El Ministrio de Infraestructura, Transporte y Turismo y la Guardia Costera ofrecieron anoche una rueda de prensa para explicar las circunstancias del accidente. Según la reconstrucción de los hechos, el avión de Japan Airlines entró por el sur de la pista C de Haneda para proceder al aterrizaje Mientras, el Bombardier MA722 de la Guardia Costera enfiló la misma pista desde el oeste para efectuar su despegue. Las dos aeronaves colisionaron, posiblemente ya en tierra, y estallaron en llamas.

El Bombardier quedó destrozado al instante. Solo el capitán salió vivo, aunque con diferentes lesiones. De inmediato envió un mensaje a su base: "El avión explotó en la pista, he evacuado". De sus compañeros dijo desconocer su suerte. Los restos de todos ellos fueron encontrados más tarde por los bomberos dentro del aparato carbonizado. El equipo se dirigía a la prefectura de Nogiiri para enviar material de socorro. El primer ministro, Fumio Kishida, lamentó su muerte y elogió su "fuerte sentido de misión y responsabilidad para con las víctimas del desastre".

Apagado el fuego

Más de 120 camiones de bomberos invadieron la pista y decenas de ambulancias. Al filo de la medianoche (las cuatro de la tarde en España), el incendio del Airbus quedó extinguido dejando únicamente el esqueleto carbonizado del fuselaje, Las autoridades tratan de aclarar ahora como dos aviones pilotados por profesionales expertos en una noche sin dificultades meteorológicas y con buena visibilidad pudieron cruzar sus trayectorias fatalmente. Los investigadores manejan las hipótesis de un error de la torre de control o una interpretación equivocada de las órdenes por parte de uno de los dos comandantes.

Los directivos de Japan Airlines expresaron su "consternación" por el siniestro y la muerte de los cinco miembros de la Guardia Costera, y opinaron que el piloto del Airbus tuvo que recibir "permiso para aterrizar" porque en caso contrario no habría iniciado el descenso. Los expertos creen que ninguno de los dos llegó a ver la aeronave contraria en la oscuridad, porque aparentemente no llegaron a realizar maniobra evasiva alguna.

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