Moscú sufre la mayor nevada en 145 años y Siberia tirita a -50 grados

En la capital rusa el manto blanco ha alcanzado los cuarenta centímetros de espesor y han tenido que suspenderse decenas de vuelos

Vendor Yegor Dyachkovsky stands next to deep-frozen fish at an open-air market on a frosty day in Yakutsk, Russia, December 5, 2023. Temperatures in parts of the Sakha Republic, also known as Yakutia and located in the northeastern part of Siberia, went below minus 50 degrees Celsius (minus 58 degrees Fahrenheit) on December 5. REUTERS/Roman Kutukov [[[REUTERS VOCENTO]]]
Vendor Yegor Dyachkovsky stands next to deep-frozen fish at an open-air market on a frosty day in Yakutsk, Russia, December 5, 2023. Temperatures in parts of the Sakha Republic, also known as Yakutia and located in the northeastern part of Siberia, went below minus 50 degrees Celsius (minus 58 degrees Fahrenheit) on December 5. REUTERS/Roman Kutukov [[[REUTERS VOCENTO]]]
ROMAN KUTUKOV

Moscú empezó a recuperarse este martes de la gran nevada que cayó el domingo y que se prolongó durante el lunes, aunque ya con menos fuerza. Ha sido la mayor precipitación de nieve para un 3 de noviembre en 145 años. Así lo ha asegurado el director científico del Centro Hidrometeorológico de la Federación Rusa, Román Vilfand.

"Hoy se ha establecido un récord en cuanto a la cantidad de precipitación en Moscú para un 3 de diciembre en 145 años de observaciones meteorológicas. En doce horas cayeron 10,7 milímetros en forma de nieve", declaró en una entrevista a la agencia TASS. El meteorólogo aclaró que el récord anterior se registró en 1980, cuando cayeron 9,4 milímetros de precipitación.

Las fuertes nevadas en la región de la capital provocaron accidentes generalizados. En la autopista Novorizhskoye, en la parte oeste de la ciudad, al menos 20 coches estuvieron implicados en un accidente causado por no guardar la distancia necesaria en un firme resbaladizo. Las máquinas quitanieves tuvieron que salir urgentemente a las carreteras y calles mientras los servicios de limpieza tuvieron que afanarse en limpiar las aceras para hacer transitables. Decenas de miles de operarios tuvieron que ser movilizados.

Todos los aeropuertos moscovitas tuvieron que suspender su actividad durante varias horas, en total 60 vuelos quedaron cancelados al no haberse retirado a tiempo la nieve de las pistas, Además, algunas líneas de tranvía en la capital quedaron atascadas. El momento álgido se produjo a última hora de la tarde del domingo, pero los servicios municipales pronto se hicieron con la situación y el lunes la normalidad era casi total.

Las nevadas en la parte europea de Rusia remitirán en los próximos días, pero darán paso a temperaturas polares. El viernes se espera que en Moscú el termómetro marque 22 grados bajo cero, el primer frío intenso nada más comenzado el invierno. En Siberia será todavía peor, en donde el aire puede llegar a alcanzar los 50 bajo cero.

Anticipo del temporal

A finales del mes pasado, a pocos días de la llegada del invierno, Moscú tuvo ya un adelanto de las nevadas que estaban por llegar, pero el temporal afectó fundamentalmente a Ucrania y a las regiones del sur de Rusia. El fuerte oleaje causó serios daños en la ciudad balneario de Sochi, sobre todo en la vía férrea. En el puerto de Novorossiisk, la compañía estatal de oleoductos Transneft tuvo que suspender los suministros de combustible debido a las malas condiciones meteorológicas y el transporte marítimo tuvo que restringirse en todo el mar Negro.

El año pasado, el 18 de diciembre, sobre Moscú cayó también una gran nevada el manto de nieve alcanzó casi la misma altura que este domingo, unos 40 centímetros. Entonces el número de vuelos cancelados fue de 50. Pero la mayor nevada nunca antes registrada en un solo día cayó sobre la capital rusa el 4 de febrero de 2018. El Servicio Meteorológico de la capital informó entonces que "estamos ante la mayor precipitación de nieve de toda la historia". El manto de nieve alcanzó el medio metro y los vuelos que no pudieron salir ascendieron a 150 ese día. El récord de precipitación de nieve anterior se alcanzó en 1957.

Este martes muchos hospitales moscovitas estaban saturados de personas con traumas provocados en las extremidades por caídas. Debajo de la nieve hay placas de hielo que causan peligrosos resbalones. Caminar por la ciudad con las aceras cubiertas de nieve es un auténtico suplicio, más duro incluso que andar por la arena de la playa. En cualquier caso, los últimos inviernos en Rusia, sobre todo en la parte europea, no son tan severos como hace una década debido al cambio climático.

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