sistema solar

Un aragonés en la misión científica espacial más ambiciosa en la historia

El ingeniero zaragozano Guillermo Monreal Elorza ha participado en el exitoso lanzamiento de la sonda Juice, que prevé llegar a Júpiter en 2031.

Guillermo Monreal Elorza y el momento de lanzamiento de la sonda Juice.
Guillermo Monreal Elorza y el momento de lanzamiento de la sonda Juice.
Heraldo

Es el responsable de calidad de la etapa superior los lanzamientos espaciales en la base de la Guayana Francesa. El trabajo del ingeniero zaragozano Guillermo Monreal Elorza ya contribuyó hace unos meses a la puesta en órbita del telescopio James Webb y ha vuelto a colaborar hace pocos días en el lanzamiento de la sonda Juice (Jupiter Icy Moons Explorer), que ya está camino de Júpiter, aunque tardará unos ocho años en llegar.

“Creo que es la misión científica más ambiciosa de los últimos tiempos, tanto de la Agencia Espacial Europea como de la NASA. La intención es estudiar tres de las cuatro lunas que descubrió Galileo allá por 1600 y en las que se cree que pude haber agua líquida, vaya, en algunas ya se sabe que la hay y eso hace que tengan potencial habitabilidad”, explica el zaragozano, al tiempo que comenta alguno de los nuevos instrumentos de precisión que se han enviado al planeta más grande del sistema solar para analizar su atmósfera, su composición y “los grandes campos magnéticos que se encuentran en el área de influencia de Júpiter”. La sonda observará los tres satélites del gigante gaseoso, Calisto, Europa y Ganímedes, bajo cuyas cortezas heladas debería haber grandes océanos de agua, incluso mayores que en la Tierra, y estudiará cómo son estos mundos en un ambiente especialmente hostil, con alta radiación, temperaturas extremamente bajas, fuertes campos magnéticos y poca luz.

La misión JUICE de la ESA despegó finalmente este 14 de abril hacia Júpiter desde el puerto espacial europeo de Kourou, en Guayana Francesa.

La misión fue lanzada el pasado 14 de abril en un Ariane 5 desde el puerto espacial europeo en Kourou con un leve retraso de apenas veinticuatro horas. “Iba a ser el día 13 pero la meteorología, una abrupta tormenta eléctrica con riesgo de caída de rayos, lo impidió. Todo estaba listo y eso que los preparativos duran más de diez horas. Tuvimos algún problema con las cargas de combustible, pero ‘in extremis’ lo habíamos conseguido solucionar. El retraso se anunció apenas diez minutos antes del lanzamiento cuando se hizo la última verificación de los datos meteorológicos en la base de Kurú”, comenta Monreal, que explica la complejidad de lo que llaman “ventanas de lanzamiento”: “En este caso es muy difícil dar con una con garantías, porque hay que jugar con la situación de los planetas. Teníamos una en abril y si no, tendríamos que habernos ido a agosto”.

La plataforma de lanzamiento de la Guayana Francesa, donde trabaja Monreal.
La plataforma de lanzamiento de la Guayana Francesa, donde trabaja Monreal.
EP

¿Cuál ha sido exactamente la labor del ingeniero aragonés en esta nueva aventura espacial? Como responsable de calidad de la etapa superior, su equipo ha tenido que integrar el satélite en el cohete, preparar el sistema de separación para ponerlo en órbita y considerar las posibles anomalías durante la campaña de lanzamiento. “Nos ha llevado más de dos meses preparar los sistemas y hacer las pruebas. Las características de esta misión son muy singulares por distintas razones”, explica. Por un lado, “los instrumentos que transporta para hacer las medidas en las lunas y buscar rastros de vida necesitan estar en ambiente inerte, muy controlado, así que ha habido que inventar sistemas con nitrógeno en algunos casos. Es muy importante la medida de ‘compuestos orgánicos volátiles’, es decir, que no se contamine nada, que en el ambiente de otro planeta no se detecte nada que no esté allí y que hayamos llevado nosotros”. 

Imagen de la nave JUICE con la Tierra de Fondo..ESA..17/04/2023[[[EP]]]
Una de las imágenes enviadas por la Juice, con la Tierra al fondo.
EP

Por otro lado, impulsar un cohete hasta Júpiter no es tarea sencilla pues requiere “muchísimo combustible y cargas muy largas”. Según el ingeniero, la Juice “necesita mucha velocidad y no se pude proporcionar sólo con combustible, de modo que aprovechará la fuerza gravitacional alrededor de otros planetas para coger impulso”. “No hay vehículos de lanzamiento suficientemente potentes para lanza esta sonda, que pesa unas seis toneladas y tres y medio son solo combustible”, cuenta Monreal. La Juice, tras un par asistencias gravitatorias a la Tierra y a Venus, llegará a Júpiter a en 2031, ocho años y medio después del lanzamiento. La previsión es que pueda estar otros cuatro años y medio de misión antes de que se estrelle de forma más o menos controlada contra Ganímedes, la última luna de Júpiter”.

Después de estos intensos meses de trabajo, Monreal y su familia están disfrutando de unas merecidas vacaciones, pero sin perder de vista las informaciones que las agencias van brindando sobre la sonda. Esta misma semana, la sonda ya ha tomado sus primeras imágenes de cámara de monitoreo que muestran parte de la nave espacial con la Tierra como un impresionante telón de fondo. Han pasado ya varias semanas del lanzamiento, pero aún están presentes los nervios del primer día, “que fue bastante crítico”, si bien en la segunda intentona todo salió a pedir de boca, desde los controles de los depósitos de combustible hasta los test de presión del motor. La misión Juice, con un coste de 1.600 millones euros, ha contado con la colaboración de 23 países, entre ellos España, que contribuye con diez científicos. 

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