Bucha todavía espera justicia un año después

Los familiares de las víctimas de la 'calle de los muertos' luchan contra el olvido de la masacre cometida por soldados rusos.

Cementerio de Bucha con las tumbas de personas exhumadas como NN (sin nombre)
Cementerio de Bucha con las tumbas de personas exhumadas como NN (sin nombre)
Gervasio Sánchez

El cuarto de Sviatoslav Turovoskyi permanece como lo dejó, con sus peluches de juventud y la gorra que le dieron durante un verano en Italia dentro de un viaje organizado para niños de la zona de Chernóbil. «Sueño con que un día se abra la puerta y aparezca, que todo vuelva a ser como era antes del ataque ruso. Es un sueño poderoso», confiesa Oleksandr, un padre que no olvida a un hijo ejecutado por las tropas enemigas hace un año. La parte central del salón está dedicada al joven, con sus fotografías y algunas cartas enviadas por sus amigos. «Lo peor de todo es la sensación de olvido. Las autoridades de Ucrania siguen sin reconocer a Sviatoslav como una persona fallecida en combate y eso duele. Esperemos que se arregle pronto. No tenía formación militar, pero era un patriota y murió defendiendo Bucha», comenta el padre mientras se pone las botas y se abriga antes de realizar su visita diaria al cementerio de Nemishayeve, localidad vecina a Bucha donde reside la familia.

Este joven de 25 años forma parte de uno de los capítulos negros escritos por Rusia en la calle Yablunska, tristemente conocida como "la calle de los cuerpos" por las decenas de cadáveres que aparecieron tras el final de la ocupación. Sviatoslav decidió dejar su trabajo en una fábrica de empaquetado y empuñar las armas como parte de la Defensa Territorial, los grupos de voluntarios que se organizaron por todo el país al comienzo de la invasión. Los rusos le capturaron junto a otros seis voluntarios y a la persona que les había escondido en su casa. Llevaron a todos a la parte trasera del edificio en el que establecieron una de sus bases, les ejecutaron a tiros y dejaron sus cuerpos allí tirados durante un mes. Las cámaras de seguridad de una vivienda próxima captaron el momento en el que les conducían directos a la muerte y las familias esperan ahora identificar a los responsables para que sean juzgados por crímenes de guerra.

Gracias a una ayuda de 7.500 grivnas (190 euros al cambio) del Ayuntamiento de Bucha la familia pudo comprar una lápida y junto a ella colocaron la bandera nacional, como en las tumbas de los soldados caídos en el frente. "El Parlamento ya ha aprobado una ley para igualar los derechos de militares y voluntarios caídos en la lucha, pero faltan al menos meses para que se haga efectiva. La espera se ha hecho muy larga", comenta Oleksandr ante la tumba.

"Pedimos justicia"

A Sviatoslav le mataron días después de cumplir los 25 años y tras la liberación de Bucha su padre tuvo que ir a la morgue de Kiev a reconocer el cadáver. "Nunca podré olvidar ese momento, nunca, por eso pedimos justicia y que los culpables sean juzgados en La Haya, quienes apretaron el gatillo y quienes dieron la orden", comenta entre lágrimas.

El diario 'The New York Times' publicó en diciembre una exhaustiva investigación de los crímenes sucedidos en la calle Yablunska. El diario estadounidense documentó la muerte de 36 personas y recogió la historia personal de cada una de ellas. Fue un trabajo de ocho meses en el que señalaron a los paracaidistas del 234 Regimiento de Asalto, bajo las órdenes del coronel Artyom Gorodilov, como responsables de "unos asesinatos que formaban parte de un esfuerzo deliberado y sistemático de asegurar de manera despiadada la ruta a Kie"". Rusia sufrió en Bucha una de las emboscadas más graves de la guerra y los civiles pagaron el precio de la venganza. Desde Moscú, Vladímir Putin calificó las acusaciones de crímenes de guerra de "provocación" y los medios próximos al Kremlin hablaron de "montaje ucraniano".

Tras la visita al cementerio, Oleksandr se dirige al lugar donde ejecutaron a su hijo. Allí ha colocado un pequeño altar y las fotografías de los ocho asesinados. "Estamos en contacto con las autoridades locales para hacer un mural y un pequeño monumento que sirva de recuerdo a todos los fallecidos", explica emocionado. Ha perdido a un hijo, tiene a dos sobrinos en el frente y a un nieto en la academia militar.

Se cumple un año de la ejecución de estas ocho personas, un año desde que la sed de venganza de los soldados rusos dejó una de las imágenes más duras de la 'calle de los muertos'. Las familias claman justicia.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión