Tres años después del incendio

Notre Dame renace de sus cenizas

Las obras de restauración de la catedral parisina, que abrirá al culto en 2024, prosiguen a buen ritmo gracias a los 844 millones en donaciones.

Tres años después del aparatoso incendio que devastó la catedral de Notre-Dame de París el 15 de abril de 2019, las obras de restauración continúan a buen ritmo, sin que todavía se hayan aclarado las causas del siniestro y lo más probable es que nunca se sabrá con certeza. El presidente francés, Emmanuel Macron, visitó las obras el pasado viernes en su primer acto oficial en tres semanas, tras la intensa campaña electoral en la que está embarcado para su reelección.

¿Fue una colilla? ¿Un cortocircuito eléctrico? Los investigadores se lo siguen preguntando. Están prácticamente convencidos del origen accidental del incendio que estuvo a punto de destruir esta joya del gótico de 850 años de antigüedad situada en el corazón de París. "La hipótesis de una intervención humana voluntaria o de un disfuncionamiento eléctrico, si no son privilegiadas, no pueden ser totalmente descartadas con certeza en esta fase de la investigación", indicaron fuentes judiciales. También se sigue investigando si el origen del incendio pudiera estar en "la imprudencia de un fumador o una imprudencia de la obra por utilización de un aparato generador de chispas". Cuando estalló el incendio, se estaban realizando obras para la restauración de la aguja de la catedral, construida en el siglo XIX por el arquitecto Eugène Viollet-Le Duc.

Bajo el mando del general Jean-Louis Georgelin, responsable del organismo público encargado de la restauración de Notre-Dame, un ejército de artesanos y expertos trabaja para abrir de nuevo la catedral al culto en 2024, tal y como estaba previsto inicialmente. Lo más probable es que para esa fecha el edificio todavía no esté totalmente restaurado, pero ya se podrá visitar.

340.000 donantes

Las labores de seguridad y de consolidación del edificio comenzaron el 16 de abril de 2019, un día después del siniestro, y concluyeron en verano de 2021. Durante los dos primeros años, se quitaron escombros, apuntalaron bóvedas, se realizaron labores de descontaminación de plomo y consolidaron la estructura del edificio, que quedó muy dañada durante el incendio. Ya se seleccionaron los robles que se necesitan para reconstruir, de manera idéntica a las originales, la aguja y la 'charpante', el armazón de madera, de la catedral. Tras el incendio, Notre-Dame recibió una lluvia de millones para su restauración: 340.000 donantes procedentes de Francia y 150 países han permitido recaudar 844 millones de euros, según las últimas cifras disponibles.

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