La unidad de la UE se diluye en las sanciones energéticas a Moscú

Algunos países piden cautela y un enfoque "gradual" de los castigos, mientras la presión por cortar la financiación de Rusia aumenta.

Joe Biden con Charles Michel a su llegado el Consejo Europeo en Bruselas este jueves.
Joe Biden con Charles Michel a su llegado el Consejo Europeo en Bruselas este jueves.
Julien Warnand

Los líderes europeos escenificaron una postura de unidad política de Occidente ante la agresión rusa a Ucrania. Un cierre de filas que quedó diluido este jueves en el Consejo Europeo durante el debate sobre la aplicación de sanciones energéticas a Moscú.

La idea de un posible embargo al petróleo ruso sobrevuela desde hace semanas en el seno de los Veintisiete y se planteó como alternativa para sortear las reservas de los países más dependientes del gas ruso. Las posturas, sin embargo, siguen muy divididas entre los que apuestan por cortar los ingresos a Putin -Rusia ingresa 285 millones diarios por el crudo que vende a la Unión Europea- y quienes piden cautela.

La división estaba clara ya a la entrada de la cumbre, en la que los líderes han reelegido como presidente del Consejo a Charles Michel. El primer ministro belga, Alexander de Croo, ha rechazado el corte de suministro de hidrocarburos rusos porque tendría "un impacto devastador" en las economías europeas. Es el mismo argumento que esgrimen varios Estados miembro que han mostrado sus dudas sobre las consecuencias que tendrá una decisión de este tipo, al elevar el, ya disparado, precio de la energía.

En ese mismo sentido se ha expresado su homólogo luxemburgués que ha defendido el enfoque "gradual" de las sanciones, el "paso a paso" que ha defendido también el alemán Mark Rutte. El primer ministro de Luxemburgo ha ido más allá y ha insistido en que "por ahora la situación no está yendo a peor" y que, de aprobar esta medida, la UE se quedaría sin munición para reaccionar ante una posible escalada del conflicto.

Hungría es otro de los países que lleva días avisando de que "bloqueará"cualquier sanción energética propuesta por la UE.

"Parar la máquina de guerra"

La finlandesa Sanna Marin sí se ha mostrado partidaria de ampliar los castigos en el ámbito energético y cortar "cuanto antes" la dependencia del petróleo ruso. "Mientras se compre energía a Rusia estaremos financiando la guerra y ese es un problema que debemos abordar", ha subrayado. Esa misma idea la ha defendido el primer ministro letón, quien ha pedido sanciones energéticas "inmediatas" para detener la "máquina de guerra rusa".

También lo ha hecho el lituano, Gitanas Nauseda, quien ha defendido la necesidad de provocar "un importante impacto macroeconómico" a Rusia y se ha mostrado partidario de romper con la dependencia europea de Moscú.

Otros, como los líderes de Italia y Suiza, se han puesto de perfil y han defendido la eficacia de las sanciones acordadas hasta ahora, así como la necesidad de asegurar la aplicación de las mismas por parte de todos los aliados. A medida que aumentan las imágenes de destrucción en Ucrania, también lo hace la presión a los líderes europeos para un endurecimiento de la postura de Occidente.

La presencia del presidente estadounidense Joe Biden en el Consejo Europeo ha sido la mayor señal de unidad de los países aliados que "permanecen unidos" para "defender la democracia", han asegurado Michel y Biden. Su administración decretó a primeros de marzo el embargo del gas y del petróleo ruso, un movimiento que Europa difícilmente podrá tomar de la noche a la mañana, debido a su alta dependencia energética de Moscú. El continente importa el 40% de su suministro de Rusia, pero avanza para reducir esa dependencia en dos tercios para 2023. 

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