Putin: "Rusia no quiere una guerra en Europa"

El jefe del Kremlin, Vladímir Putin, se ha reunido este martes con el canciller alemán, Olaf Scholz, en Moscú. 

Putin, este martes durante la rueda de prensa con el canciller alemán, Olaf Scholz
Putin, este martes durante la rueda de prensa con el canciller alemán, Olaf Scholz
EP

Rusia no quiere una guerra en Europa, afirmó este martes el jefe del Kremlin, Vladímir Putin, durante una rueda de prensa conjunta con el canciller alemán, Olaf Scholz, en Moscú.

"¿Si queremos una guerra (en Europa)? Claro que no", dijo Putin al comentar la tensión actual en la frontera entre Rusia y Ucrania.

Agregó que precisamente por eso Rusia presentó propuestas sobre unas negociaciones acerca de la seguridad europea, cuyo resultado debe ser un acuerdo que responda a los intereses de todas las partes.

El presidente ruso manifestó que su generación ha sido testigo de un conflicto armado en Europa, en alusión a la guerra de Yugoslavia.

"Hemos sido testigos de la guerra en Europa desatada por el bloque de la OTAN contra Yugoslavia. Una gran operación militar con bombardeos de una de las capitales europeas, Belgrado", afirmó.

Subrayó que las acciones bélicas se llevaron a cabo sin la autorización del Consejo de Seguridad de la ONU y eso "fue un ejemplo muy malo".

Moscú mantiene que no tiene planes de atacar Ucrania

Scholz discrepó con el líder ruso al señalar que en Yugoslavia había una amenaza de genocidio, a lo que Putin respondió que lo que ocurre ahora en el este de Ucrania también es un genocidio.

En cuanto a las demandas de seguridad rusas planteadas a Estados Unidos y la OTAN, Putin dijo que Rusia no recibió una respuesta constructiva, pero confía en continuar el diálogo.

Russian President Vladimir Putin meets with German Chancellor Olaf Scholz in Moscow
Vladimir Putin y Olaf Scholz, este martes en Moscú.
SPUTNIK

Subrayó que las futuras negociaciones deben tener en cuenta las principales preocupaciones rusas en materia de seguridad, que incluyen la no ampliación de la OTAN hacia el este y el rechazo al despliegue de sistemas de ataque cerca de las fronteras rusas.

A la pregunta de si Rusia continuará retirando tropas de las proximidades de las fronteras de Ucrania, el jefe del Kremlin indicó que dependerá de la situación.

"¿Cómo va actuar Rusia? Según el plan. ¿Y de que se compone este? De la situación real en terreno", dijo, para añadir: "¿Quién puede decir cómo se desarrollará la situación? Nadie, por ahora. Depende no solo de nosotros".

La Duma pide reconocer a los separatistas del Donbás

Putin también comentó la petición de los diputados rusos para el reconocimiento de las repúblicas separatistas del este ucraniano y afirmó que Moscú partirá de momento del potencial de los acuerdos de Minsk para el arreglo en el Donbás.

Kiev advirtió este martes que el posible reconocimiento por parte de Rusia de las repúblicas autoproclamadas de Donetsk y Lugansk significarían la salida de Rusia del proceso de Minsk.

Precisamente, la Duma rusa aprobaba este martes un llamamiento al presidente ruso para que reconozca la independencia de las autoproclamadas repúblicas populares de Donetsk y Lugansk, en el este de Ucrania.

A favor de la resolución, presentada por el grupo parlamentario comunista, votaron 351 diputados, de los 450 que integran la Duma.

Antes de la votación en la Duma, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, indicó que "para nadie es un secreto que la opinión pública rusa reacciona vivamente a todo lo que ocurre en el Donbás", donde se enfrentan desde 2014 los separatistas prorrusos apoyados por Moscú y el Ejército ucraniano.

Rusia ha entregado más de 700.000 pasaportes a ciudadanos de estas dos regiones.

La decisión de la Duma fue condenada por la Unión Europea. Su alto representante comunitario para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, indicó que “este reconocimiento sería una clara violación de los acuerdos de Minsk”, impulsados para pacificar esa región del este de Ucrania que permanece en manos de separatistas prorrusos desde 2014.

Scholz dice que la retirada es una buena señal, pero debe haber más

El canciller alemán, Olaf Scholz, afirmó por su parte que la retirada de algunas unidades militares de Rusia de las fronteras de Ucrania es una buena señal, pero debe haber más para rebajar la tensión.

"Que ahora escuchemos que algunas unidades serán retiradas, es una buena señal. Esperamos que haya más", afirmó Scholz en una rueda de prensa conjunta en el Kremlin tras reunirse con el presidente ruso, Vladímir Putin, durante unas tres horas.

"Estamos quizás ante la crisis más difícil y amenazante en mucho tiempo en Europa", indicó.

"No se puede reiterar más nuestra preocupación por lo qué ocurrirá próximamente con los 100.000 soldados y actividades (militares). No podemos encontrar una justificación razonable para ello", recalcó.

Por eso es muy importante que haya una desescalada, afirmó. "En una situación tan tensa y complicada esto es muy importante para que no haya una guerra", insistió.

Scholz explicó que Putin le ha informado sobre su reunión el lunes con sus ministros de Exteriores, Serguéi Lavrov, y de Defensa, Serguéi Shoigú, donde el primero le indicó que hay posibilidad de un acuerdo con EE. UU. y la OTAN sobre las garantías de seguridad que el Kremlin exige a Occidente para remodelar el sistema de seguridad de Europa.

"Coincido en que la diplomacia no está agotada ni de lejos. Ahora hay que trabajar de forma decidida y con valentía en una solución pacífica de esta crisis", sostuvo Scholz.

"Estamos listos para, juntos con todos los socios de la OTAN y la Unión Europea (UE), abordar pasos concretos para mejorar la seguridad común", añadió, un diálogo que ya está abierto entre la EE. UU. y Rusia, la Alianza Atlántica con Rusia y en el seno de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE).

El canciller alemán pidió que no ese diálogo "no acabe en un callejón sin salida", porque "sería "una catástrofe para todos".

Scholz reiteró que una nueva agresión militar rusa contra Ucrania tendría "consecuencias políticas, económicas y estratégicas", algo que "saben todos muy bien".

Dijo que él y Putin coinciden en que el Formato de Normandía (Rusia, Ucrania, Francia y Alemania) es un formato importante para el diálogo también para resolver el conflicto en el este de Ucrania, donde se enfrentan desde 2014 los separatistas prorrusos y el Ejército ucraniano.

"Ahí necesitamos movimiento y progresos", recalcó.

Recordó que el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, se ha comprometido a presentar al Grupo de Trabajo Trilateral (Rusia, Ucrania y la OSCE) los proyectos de ley sobre el estatus especial del Donbás, la ley sobre elecciones en las zonas no controladas por el Gobierno ucraniano y la reforma constitucional.

"Es un buen avance y se trata ahora de aprovecharlo", afirmó Scholz.

En este sentido, consideró que la resolución adoptada hoy por la Duma rusa (Cámara Baja) para instar a Putin a reconocer las autoproclamadas repúblicas de Donetsk y Lugansk equivaldría -de hacer caso el presidente ruso- "a despreciar" los Acuerdos de Minsk para la paz en el Donbás.

"Entonces el proceso estaría acabado y eso sería una catástrofe política", añadió.

Scholz también se refirió al polémico gasoducto Nord Stream 2, que transportará gas ruso directamente a Alemania a través del fondo del mar Báltico y que estaría incluido en el paquete de sanciones que adoptaría Occidente en caso de una invasión rusa de Ucrania.

"Queremos esforzarnos para que haya una evolución pacífica en Europa, que no haya una confrontación militar en Ucrania. Si aún así se produjera, habrá consecuencias de alcance y todos lo sabemos. Y nosotros sabemos qué hacer. Y mi impresión es que todos los demás lo comprenden", dijo en referencia indirecta a Rusia.

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