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Grecia rompe la tradición por la covid: Cristo resucitará tres horas antes

La Pascua ortodoxa, que este 2021 se celebra entre el 29 de abril y el 3 de mayo, es una de las mayores festividades del país, donde miles de familias viajan al pueblo, acuden a misas y se reúnen en torno a la mesa para comer asado.

Restaurantes y cafeterías se preparan para celebrar la pascua ortodoxa en Grecia.
KOSTAS TSIRONIS/Efe

Es medianoche del Sábado Santo en Grecia, un sacerdote ortodoxo sale de una iglesia y grita a la apiñada multitud: "Cristo ha resucitado". Este año esta tradicional ceremonia será diferente porque, a causa del toque de queda vigente por la covid, Cristo tendrá que resucitar tres horas antes.

La Pascua ortodoxa, que este 2021 se celebra entre el 29 de abril y el 3 de mayo, es una de las mayores festividades del país, donde miles de familias viajan al pueblo, acuden a misas y se reúnen en torno a la mesa para comer asado.

Dentro de estas fiestas, la noche del Sábado Santo destaca por su significado y ceremoniosidad. Tras la llegada en avión del "fuego sagrado" desde el Santo Sepulcro de Jerusalén, los creyentes se juntan por la noche en las iglesias para esperar y celebrar por todo lo alto la resurrección de Cristo.

Este año, sin embargo, este ritual sagrado será distinto, pues debido al toque de queda establecido desde hace casi medio año en Grecia, la Iglesia ha tenido que tomar una decisión radical: adelantar la resurrección de Cristo a las nueve de la noche.

A los ojos de los no creyentes puede parecer baladí, pero para la Conferencia Episcopal, poco dada a los cambios, supone romper con el calendario tradicional, por lo que ha necesitado buscar una justificación religiosa.

El sol ha sido la respuesta. Según los sacerdotes, el día de la Resurrección empieza con la puesta del sol del Sábado Santo, lo que permite adelantar la hora siempre que sea de noche.

Un argumento con detractores, como los jerarcas de Creta que han exigido mantener la resurrección a medianoche y han pedido al Gobierno que traslade el toque de queda a las 2 de la mañana, en vez de a las 10.

Sin viajes al pueblo

El toque de queda no es la única restricción que ha alterado la Pascua. Por segundo año consecutivo, no se ha producido el tradicional éxodo masivo de las grandes ciudades como Atenas o Salónica para viajar a los pueblos.

La Policía ha desplegado un fuerte dispositivo para hacer cumplir la prohibición de los movimientos interregionales, que el Gobierno heleno decidió mantener durante las fiestas por la alta carga viral que aún se registra en las grandes zonas urbanas.

Drones, controles estrictos en todas las rutas y multas de hasta 500 euros son algunas de las medidas que han impuesto las autoridades en un último esfuerzo de cara a la apertura de la restauración el 3 de mayo y del turismo el 15.

Pese a la limitación de los viajes, el Ejecutivo del conservador Kyriakos Mitsotakis ha hecho algunas concesiones a la todopoderosa Iglesia, y para los días de Pascua ha levantado la prohibición de celebrar misas con público.

Hay pues ceremonias, aunque con muchas restricciones: los templos acogen a un fiel por cada 25 metros cuadrados y un máximo de cien en las misas, siempre con doble mascarilla. La misa de Resurrección, la más visitada, en cambio, se celebrará exclusivamente al aire libre.

En cuanto a las viviendas, solo 9 personas (interior) o 12 (aire libre) podrán compartir la sopa tradicional tras la misa de Resurrección, la famosa mayiritsa, confeccionada con la casquería del cordero; o se sentarán alrededor del asado de cordero el domingo de Pascua.

Además, la Policía ha reforzado la vigilancia del toque de queda para evitar imágenes como las vistas en las plazas de Atenas los fines de semana donde se organizan fiestas ilegales con cientos o miles de personas.

Ortodoxos y pandemia

Estos primeros días de Semana Santa, celebrados sin incidentes y respetando las medidas aprobadas, contrastan con la situación en Navidad cuando los templos abrieron a pesar de la prohibición.

La tensión entre la Iglesia ortodoxa, un poder fáctico dentro de Grecia, y el Gobierno ha sido constante durante toda la pandemia ya que muchos religiosos se negaron a cerrar los templos.

Hace un año, algunos jerarcas ortodoxos aseguraban que el coronavirus no se transmite a través de la eucaristía, un ritual que en Grecia se recibe de una única cucharita de plata que comparten decenas de personas.

Una vez el Gobierno decretó el confinamiento del país, las altas instancias y el primado de la Iglesia ortodoxa griega, Jerónimo II, llamaron a respetar las medidas sanitarias.