Joe Biden pone a Kamala Harris a cargo de la frontera con México

El presidente estadounidense intenta paliar la crisis desde la raíz a golpe de chequera.

Joe Biden y Kamala Harris, durante una reunión con el secretario de Estado de Salud, Xavier Becerra.
Joe Biden y Kamala Harris, durante una reunión con el secretario de Estado de Salud, Xavier Becerra.
Agencia EFE

Hace ocho años, Barack Obama encargó a su vicepresidente Joe Biden la difícil labor de enfrentar la crisis de menores en la frontera con México. Este miércoles Biden hizo lo mismo con Kamala Harris, porque así "cuando hable la gente no tendrá que preguntarse si eso es lo que piensa el presidente", explicó el mandatario. "Cuando ella hable, hablará por mí", añadió.

Harris aceptó la responsabilidad sin alharacas. "Sobra decir que no será fácil", admitió la vicepresidenta, "pero es importante". Ciertamente no es ningún honor, sino una patata caliente. Algunos incluso creen que es una de las trampas explosivas que el Gobierno de Donald Trump dejó instaladas para garantizar el fracaso de su sucesor.

Desde diciembre los expertos anticipaban un incremento en la llegada de menores sin acompañar en la frontera alrededor de las fechas en las que Trump le transferiría el poder, de acuerdo con las estadísticas anuales que cada año registran un aumento de entre el 25% y 30% entre los meses de febrero y marzo. Este año, además, el Gobierno mexicano de Andrés Manuel López Obrador informó por esas fechas que había llegado al máximo de sus capacidad para acoger a los menores que esperaban de su lado de la frontera a que Estados Unidos procesase sus solicitudes de asilo político.

México sabe que cada crisis en la frontera huele a dólares frescos. Trump invirtió en su 'Plan Marshall' para Centroamérica 5.800 millones de dólares, aunque según el diario 'The New York Times' buena parte del dinero anunciado ya estaba comprometido antes del anuncio. Solo en 2017 el sistema judicial de El Salvador recibió de Estados Unidos 140 millones de dólares, con la esperanza de que sirva para poner freno a la delincuencia y corrupción rampante que empuja a los salvadores fuera de su país.

La estrategia de Biden parece ser la misma. Todo el mundo sabe que es necesario tratar el problema desde la raíz, pero nadie sabe con certeza cómo hacerlo. Bajo el mandato de Obama, el entonces vicepresidente Biden buscó la estabilidad del triángulo centroamericano a golpe de chequera, como piensa volver hacer al prometer 4.000 millones de dólares a lo largo de los próximos cuatro años. Algo que los expertos consideran claramente insuficiente, aunque sin duda traerá algunas mejoras. El tráfico de drogas y las violencia de las bandas empujará las costuras y del triángulo centroamericano y pondrá a prueba la buena voluntad del nuevo Gobierno demócrata, que este miércoles envió a una delegación de alto nivel a visitar las instalaciones de Carrizo Springs (Texas).

Hasta diez días detenidos

Las nuevas instalaciones para albergar a 500 menores apenas ayudan a paliar el problema de 4.000 o 5.000 menores en manos de las patrullas fronterizas. Según la legislación, tienen que transferirlos a albergues como este en no más de 72 horas, pero los tienen hasta diez días. En honor a la promesa de transparencia que ha hecho su Gobierno, el departamento de Seguridad Doméstica permitió por primera vez que un equipo de televisión acompañase a la delegación de alto nivel.

Esas son las imágenes que estremecen al mundo, pero el verdadero trabajo está detrás. Roberta Jackson, exembajadora de Obama en México y artífice del deshielo con Cuba durante su mandato, intenta convencer ahora el Ejecutivo de López Obrador para que siga actuando como muro de contención mientras Joe Biden reorganiza la política de asilo político.

Juan González, también miembro del Consejo de Seguridad Nacional, viaja por la región en busca de alianzas con los países que generan este flujo migratorio. Este miércoles, las explosiones del volcán Pacaya, frenaron la visita conjunta con el enviado del Departamento de Estado Ricardo Zuñiga, que le acompaña en el esfuerzo diplomático para buscar soluciones con Guatemala.

"La frontera sigue cerrada", afirma Biden. Pero no es eso lo que oyen los perseguidos en Centroamérica. En Estados Unidos hay vacunas, seguridad y un boom económico en preparación, según las noticias de trillones de dólares para paliar la pandemia que ocupan los titulares de los periódicos. Todo un imán de desarrapados que revienta las costuras de toda Centroamérica. 

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