La UE investiga el caso de los 29 millones de dosis de AstraZeneca hallados en Italia

Tras una denuncia de la Comisión la Policía encontró los lotes, cuyo destino según la empresa son Bélgica y países desfavorecidos, y no Reino Unido.

Vial con la vacuna de Astrazeneca
Vial con la vacuna de Astrazeneca
IRAKLI GEDENIDZE

En la noche entre el pasado sábado y el domingo un comando especializado en asuntos sanitarios de los Carabinieri italianos irrumpió en la fábrica que la compañía farmacéutica Catalent tiene en Anagni, una localidad al sureste de Roma. Los agentes habían sido enviados por el Gobierno de Mario Draghi respondiendo a una solicitud de la Comisión Europea para verificar unos lotes de las vacunas de AstraZeneca contra la covid-19 almacenados en esta planta, donde se procede al rellenado de los viales con los sueros. Los 29 millones de dosis localizados en la fábrica han vuelto a tensionar las relaciones entre la farmacéutica anglosueca y el Ejecutivo comunitario, que investiga la razón de que el cargamento estuviera allí almacenado sin que AstraZeneca le hubiera comunicado su situación ni destino final en un contexto en que le 'debe' a la UE millones de dosis por diferentes demoras de entrega.

El hallazgo fue desvelado por 'La Stampa', que aseguró que la mercancía estaba preparada para ser enviada a Reino Unido. Incluso sugirió el diario turinés que la empresa habría retrasado la entrega de la documentación sobre estos lotes pedida por la Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés) para darle su visto bueno, con el fin de poder así venderlos antes a Londres -exento de este trámite- que a la UE. Sin embargo, fuentes del Gobierno italiano aseguraron posteriormente que los viales de Anagni tenían como destino Bélgica, donde la empresa cuenta con un centro logístico de distribución. El Ejecutivo garantizó además que todo el material está siendo controlado por los Carabinieri.

Los agentes italianos cumplen así con la última directiva de la Comisión Europea, que desde el 1 de febrero obliga a los laboratorios con sede en territorio de los Veintisiete a que pidan autorización al Gobierno de la nación donde se encuentran antes de exportar los sueros a un país que no sea de la UE. Este miércvoles, Bruselas modificó este sistema, endureciéndolo de manera que para autorizar la venta también se tendrá en cuenta si las naciones de destino permiten la entrega de dosis a la UE y a cuántos ciudadanos han vacunado. La Comisión responde así a las trabas planteadas por Reino Unido y al hecho de que AstraZeneca cumpla los acuerdos con este país, pero se demore con la UE.

La farmacéutica se defendió asegurando que las dosis de Anagni no iban a ser enviadas a Londres. También aclaró que esas vacunas habían sido fabricadas fuera del territorio de la UE. De los 29 millones de viales hallados, 16 irán a los países europeos, aunque todavía falta el certificado de calidad por parte de la EMA. Aún así, se espera que 10 sean entregados la próxima semana.

Los restantes 13, según informó la compañía, serán enviados a países de renta media y subdesarrollados que forman parte del programa Covax, creado por la OMS y la Alianza para las Vacunas (GAVI). AstraZeneca aseguró además que no resulta correcto considerar la planta de Anagni una "reserva", pues el "complejo" proceso de fabricación "exige tiempo" y requiere que los fármacos esperen a la autorización del control de calidad una vez envasados.

Sombras y luces

¿Satisfechos de las explicaciones? No. Para la Comisión, el hallazgo deja tantas sombras como luces. Y aunque ha escuchado la versión de la farmacéutica, no la da por confirmada y es reticente respecto a que el destino del lote tampoco fuera Reino Unido. La nota informaba asimismo de que el suero había sido fabricado fuera de la UE, frente a la versión obrante en la propia Comisión de que procedía de la planta de Leiden (Países Bajos), una de las dos controladas por AstraZeneca en territorio de la UE junto con la de Bélgica. Luego, el antiviral fue trasladado a la planta italiana, perteneciente a otra empresa, Catalent, que se encarga de rellenar los envases. Todo un circuito que denota la aparentemente compleja red de laboratorios, factorías y contratas que rodean la producción.

La situación ha generado un nuevo foco de tensión entre la UE, Astrazeneca y Reino Unido, justo el día en que la primera dio una vuelta de tuerca al protocolo de exportación de vacunas con la imposición de nuevas condiciones que endurecen al máximo el principio de reciprocidad en las exportaciones de viales.

El único que pudo respirar tranquilo con este episodio fue el primer ministro italiano. Draghi tuvo que dar explicaciones en el Senado de lo sucedido con la inspección en la planta romana. "El sábado recibí una llamada telefónica del presidente de la Comisión Europea que me habló de algunos lotes que no cuadraban en las cuentas y que estarían en Anagni, sugiriéndome que ordenara una inspección", contó el primer ministro, que esa misma noche pidió al ministro de Sanidad, Roberto Speranza, que mandara a los Carabinieri. "Tras trabajar durante toda la noche, por la mañana identificaron esos lotes de más. Se bloquearon y hoy (por ayer) han partido dos a Bélgica, directos a la central de AstraZeneca. No sé adónde irán luego", comentó Draghi entre aplausos de los senadores.

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