Navalni recibe el alta médica y abandona el hospital tras 32 días de tratamiento

El opositor ruso Alexei Navalni ha sido dado de alta después de pasar 32 días de tratamiento, 24 de ellos en la unidad de cuidados intensivos. "Los médicos que le atienden consideran que debido al desarrollo clínico y la actual situación del paciente es posible que sane por completo", aseguran desde el hospital.

El dirigente opositor ruso Alexei Navalni con su mujer en el hospital
El dirigente opositor ruso Alexei Navalni con su mujer en el hospital
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El opositor ruso Alexei Navalni ha recibido el alta médica y abandonado la 'Charité', el Hospital Universitario de Berlín donde fue ingresado el pasado 22 de agosto en estado de coma tras sufrir un envenenamiento con el agente químico 'Novichok'. Tras 32 días de tratamiento, 24 de ellos en la unidad de cuidados intensivos, "su estado ha mejorado hasta el punto de que se ha podido finalizar el tratamiento médico más agudo", informó el centro clínico a través de Twitter. "Los médicos que le atienden consideran que debido al desarrollo clínico y la actual situación del paciente es posible que sane por completo", subrayó la 'Charité' en su breve mensaje, aunque posibles secuelas a largo plazo se podrán valorar en el futuro desarrollo del proceso de recuperación. La 'Charité' destacó que Navalni abandonó ya este martes el hospital. Desde entonces reside en una vivienda en centro de la capital alemana custodiado por un fuerte dispositivo policial, según informaciones de su entorno.

El abogado de 44 años y activista anticorrupción colapsó y perdió el conocimiento a bordo de un avión cuando viajaba desde la ciudad siberiana de Tomsk a Moscú. Tras un aterrizaje forzoso en la ciudad de Omsk, Navalni fue atendido en un hospital local y trasladado dos días después en un avión medicalizado fletado por simpatizantes del disidente a Berlín, donde los médicos diagnosticaron un envenenamiento con el agente químico 'Novichok', una sustancia de producción bélica creada por la Unión Soviética en los años 70 del siglo pasado. Análisis realizados por un laboratorio del 'Bundeswehr', el ejército federal, y dos laboratorios independientes de Francia y Suecia confirmaron el agente tóxico uilizado contra Navalni, en un acto que la canciller federal, Angela Merkel, calificó de "atentado para acabar con la vida y silenciar" al crítico con el régimen del presidente Ruso, Vladimir Putin. Moscú ha rechazado insistentemente toda vinculación con el atentado contra el líder opositor.

Desde que los médicos le sacaron del coma inducido, Navalni ha publicado varios mensajes en las redes sociales para tranquilizar a sus seguidores y asegurar que piensa continuar con su lucha política. El opositor tiene intención de regresar cuanto antes a Rusia para seguir con sus actividades de denuncia de corrupción del gobierno y las autoridades de Moscú. Este martes comentó en su blog que los expertos habían certificado la presencia de rastros de 'Novichok' en su organismo. "No esperaba otra cosa", escribía Navalni al comentar que Rusia no había iniciado hasta ahora una investigación del atentado contra su persona y propagar informaciones de que tras su envenenamientos se encuentran sus propios seguidores o incluso agentes alemanes u occidentales. Navalni exigió además la devolución de la ropa que llevaba puesta en el momento en el que perdió el conocimiento y que le fue quitada en el hospital de Omsk. "Si se tiene en cuenta que se ha encontrado 'Novichok' en mi organismo y que el envenenamiento se produjo muy probablemente por contacto físico, mi ropa es una prueba muy importante", señaló el abogado. Navalni publicó además una foto junto a su esposa Yulia y el comentario: "ahora sé por experiencia que el amor cura y le devuelve a uno la vida". El opositor comentó que no recuerda nada de las circunstancias de su envenenamiento, pero subraya que su mujer ha sido decisiva para su curación» «Yulia, tú me has salvado».

Entre tanto el embajador de Rusia en Alemania, Sergei Nechaiev, ha advertido contra todo tipo de acusaciones de culpabilidad contra su país. Se ha desatado artificialmente una "histeria antirusa", afirma Nechaeiev en declaraciones que publica este miércoles el diario Berliner Zeitung. "Lo que no aceptamos de ninguna manera es la afirmación amenazante de que el gobierno ruso tiene algo que ver con el caso. No podemos aceptar ultimátum y amenazas de sanciones", declara el diplomático. Nechaiev exige de las autoridades alemanas que presenten a la policía rusa pruebas para que esta pueda abrir una investigación oficial. "Nos tomamos el caso muy seriamente", asegura el embajador de Rusia, quien lamenta el retraso en la respuesta a dos peticiones de Moscú a Berlín para recibir asistencia jurídica y el rechazo a la propuesta del Colegio de Médicos de Rusia de colaborar con sus colegas germanos. «Nos falta la colaboración por parte alemana», asegura Nechaiev. En cuanto a las acusaciones de que las autoridades rusas envenenaron a Navalni, recuerda que fueron médicos rusos los primeros que le trataron y que Moscú no puso objeciones a su traslado a Berlín.

Navalni comparte sus primeras vivencias y planes 

"Después de 32 días ingresado los médicos decidieron que mi recuperación no requiere hospitalización sino un retorno a la vida normal. Caminar, estar con mi familia. Sumergirme en la rutina de los movimientos cotidianos", afirmó en un mensaje publicado en su cuenta de Instagram.

Según Navalni, su primera solicitud fue que lo llevasen a un lugar donde hubiese árboles.

"Y así, de pronto, voy renqueando por el parque metido en un pantalón tres tallas más grande", describió su paseo y acompañó el texto con una fotografía en la que se ve sentado en un banco de un parque.

El opositor ruso recordó que la primera vez que se vio en un espejo después de 24 días en terapia intensiva, 16 de los cuales había estado en coma, su imagen le recordó a un personaje de 'El Señor de los anillos'.

"Y créanme, no era para nada un elfo. Me afligí mucho: pensé que jamás me darían el alta", afirmó.

El 20 de agosto el líder opositor sufrió un colapso durante un vuelo de Siberia a Moscú, lo que forzó un aterrizaje de emergencia en la ciudad de Omsk, donde recibió tratamiento en un hospital local hasta que fue trasladado a Berlín a petición de su familia, donde permaneció hasta hoy.

Ya de alta, Navalni afirmó que sus planes "por ahora son simples": lograr su rehabilitación.

"Recuperar el control de los dedos. Mantener el equilibrio. Es simpático, soñaba aprender a montar esquí acuático este verano. Pero ahora aprendo a mantenerme en un solo pie", explicó, para ilustrar su estado físico actual.

Además, comentó que no puede lanzar una pelota con la mano izquierda, porque su cerebro "no quiere hacer este movimiento".

"O escribir a mano. Hasta hace poco no lograba escribir una línea. En fin, rehabilitación", dijo.

Junto al restablecimiento físico, Navalni aspira recuperarse también mentalmente.

"Ayer me visitó la neurosicóloga, me hizo pruebas a ver si me había embrutecido. Le pregunto qué hacer para recuperarme no solo física, sino también mentalmente. Me gustó la respuesta: lea más, escriba en las redes sociales. Juegue con computadoras". comentó.

Navalni concluyó su mensaje preguntándose si el hospital le daría una receta para la moderna consola de vídeo juegos PS5 que se lanzará próximamente.

Su portavoz, Kira Yarmysh, afirmó en Twitter que el opositor ruso permanecerá aún en Alemania, porque "el tratamiento no ha terminado", pero recalcó que los médicos pronostican su "plena mejoría".

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