Bruselas propone restringir acceso a la UE durante 30 días para contener la expansión del coronavirus

Se trata de una medida que abordarán los líderes de la UE en su cumbre por videoconferencia de este martes.

Bruselas, 16 mar. (EFE).- La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, propuso este lunes que se restrinja el acceso a los países de la Unión Europea desde el exterior durante treint...
FILE PHOTO: EU Commission President Ursula von der Leyen presents the EU executive's economic response to the coronavirus epidemic, in Brussels
FILE PHOTO: EU Commission President Ursula von der Leyen presents the EU executive's economic response to the coronavirus epidemic, in Brussels
JOHANNA GERON

La Unión Europea se blinda contra el coronavirus. Durante un mes cerrará su frontera exterior e impondrá una "restricción temporal a los viajes que no sean esenciales a la UE", según anunció este lunes la presidenta del Ejecutivo de Bruselas, Ursula von der Leyen. Lo hizo después de consensuar la propuesta con los países del G7 (Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido) durante una cumbre extraordinaria por videoconferencia. Algunos de ellos se habían quejado previamente de la falta de "coordinación europea" en la lucha contra la pandemia, que se ha cobrado más de 2.300 vidas y provocado al menos 65.000 infecciones en todo el continente.

Las restricciones, sujetas siempre a la aprobación de los líderes del Gobierno de la UE, podrían prolongarse "según sea necesario" más allá de los treinta días planteados. Eso sí, se contempla que queden exentos los residentes a largo plazo de la UE, los familiares de nacionales de la Unión, diplomáticos o médicos e investigadores que trabajan en la resolución de la crisis sanitaria. "Cuanto menos se viaje, más se podrá conseguir la contención del virus", insistía la dirigente alemana, primero a través de su cuenta de Twitter y minutos después en una comparecencia ante los medios de comunicación, acompañada por el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel.

Ursula von der Leyen subrayó la necesidad de que otros países como Reino Unido, Islandia, Suiza, Liechtenstein y Noruega se sumen a las restricciones con el fin de que «sea más efectivo» el propósito de contener la propagación de la epidemia. Durante el periodo que duren las limitaciones a la entrada de ciudadanos de terceros países, se dará prioridad al flujo comercial, especialmente de medicamentos, alimentos y servicios de emergencias. Así, los envíos de material clínico y equipos científicos desde China -como el realizado ya a Italia, con miles de trajes protectores, mascarillas y respiradores- tendrán vía libre sin ningún impedimento.

Un hecho histórico

El cierre supone un hito histórico. Prohíbe la entrada de los ciudadanos extracomunitarios, pero también somete a controles al resto cuando crucen la frontera exterior de modo excepcional. La medida afecta a todos los transportes, bien sea por carretera, tren, mar o aire. Este martes está previsto celebrar una cumbre extraordinaria donde los socios de la Unión ratificarán la medida, además de abordar otros asuntos relacionados con la expansión del Covid-19. Entre las acciones que permite este decreto figuran el envío de más funcionarios de Frontex para el cuidado de la frontera exterior y la posibilidad de aislar a algún país comunitario si no cumple las reglas de blindaje.

El cerrojazo es consecuencia de un cúmulo de factores, aunque su detonante primordial radica en la escalada de contagios en todo el territorio, con Italia y España a la cabeza, y el miedo a que puedan producirse importaciones del virus. Todavía no se atisba una salida a la pandemia y, de hecho, Europa se encuentra ahora en la fase crítica.

Cuentan también las quejas de los últimos días por parte de dirigentes como el presidente francés, Emmanuele Macron, y altos cargos de la Administración transalpina debido a la escasa coordinación europea ante la crisis. Y pesa la decisión de al menos setenta países externos, entre ellos Estados Unidos o Rusia, de prohibir las llegadas de ciudadanos de la zona Schengen, lo que, para Bruselas, ataca directamente el principio de reprocidad internacional. Finalmente ha influido que casi una decena de Gobiernos europeos han instalado límites fronterizos a la circulación interna. Se trata de España, que lo anunció en la tarde del lunes, Austria, Hungría, República Checa, Dinamarca, Polonia, Lituania y Alemania, que ya lo han notificado oficialmente a la Comisión Europea.

El panorama dibujado por esta cascada de decisiones, que se suceden a ritmo vertiginoso, es el de un continente que recuerda algunas de las características anteriores a la entrada en vigor del Tratado Europeo. La Comisión vela, en este sentido, por mantener la cohesión, pero también por informar a sus socios de los problemas que pueden surgir a pie de frontera.

En el caso de los cerrojos intracomunitarios ha pedido a los países que pongan medios suficientes en las fronteras para que no se produzcan "aglomeraciones" capaces de favorecer los contagios. También solicita que los controles sanitarios se hagan sólo en uno de los dos lados de la barrera. Los países de la zona Schengen tienen permiso para adoptar estos controles internos por motivos excepcionales de seguridad.

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