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El populismo conservador acaba con la hegemonía socialdemócrata en Eslovaquia
Igor Matovic, del movimiento opositor Gente Corriente y Personalidades Independientes, obtiene el 25,02% de los sufragios en las elecciones de este sábado.
Los eslovacos optaron por el cambio en las legislativas de este sábado, en las que obtuvo un claro triunfo el opositor partido OLaNO y la debacle del hasta ahora hegemónico socialdemócrata SMER, en un Parlamento muy fragmentado. El movimiento opositor Gente Corriente y Personalidades Independientes (OLaNO), del populista conservador Igor Matovic, obtuvo el 25,02% de los sufragios, por delante del 18,29% del gobernante socialdemócrata SMER.
La formación socialdemócrata, hegemónica en las urnas en los últimos 15años pero desprestigiada por el asesinato del periodista Jan Kuciak y los indicios de connivencia con el crimen organizado, ha retrocedido 10 puntos, desde el 28,28% obtenido hace cuatro años. Por el contrario, OLaNO casi se ha duplicado al subir 12 puntos, impulsado por el voto protesta y con una campaña centrada en la lucha contra la corrupción.
"Con los partidos de oposición democráticos trataremos de crear el mejor gobierno que jamás tuvo Eslovaquia", dijo Matovic tras conocerse los resultados de las encuestas.
Un 65,83% de los 4,4 millones de ciudadanos con derecho a voto acudieron a las urnas el sábado, con lo que la participación superó claramente la de 2016 (59,8%).
Difícil formación de gobierno
Lo que parece estar claro es que Eslovaquia afronta a partir de mañana una difícil formación de gobierno, dada la gran fragmentación de un Parlamento integrado previsiblemente con ocho partidos, entre ellos dos de extrema derecha.
Se trata del neonazi Nuestras Eslovaquia (LSNS), de Marian Kotleba; y Somos una familia (Sme Rodina) de Boris Kolar, el socio eslovaco del nacionalista y xenófobo 'Movimiento por una Europa de Naciones y Libertades', abanderado por la francesa Marine Le Pen y el italiano Matteo Salvini.
El desafío para Matovic será forjar una alianza con formaciones liberales como Libertad y Solidaridad (SaS) o la coalición Eslovaquia Progresiva-Unidos (PS-S), una tarea difícil dadas las muchas divergencias y roces que han quedado entre estas fuerzas que han quedado patentes en la campaña electoral.
