La pareja de Yamal Jashogi recalca que "no puede entender que el mundo aún no haya hecho nada al respecto"

"Aún no me puedo hacer a la idea. Aún no puedo entender. Aún pienso que me despertaré", ha dicho, en una comparecencia ante un subcomité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes de Estados Unidos.

Activistas sujetan carteles con la imagen del periodista desaparecido Yamal Khashoggi
Activistas sujetan carteles con la imagen del periodista Yamal Khashoggi
Afp Photo

Hatice Cengiz, la pareja sentimental del periodista saudí Yamal Jashogi, asesinado el año pasado en el interior del consulado del país árabe en la ciudad turca de Estambul, ha recalcado este jueves que "no puede entender que el mundo aún no haya hecho nada al respecto".

"Aún no me puedo hacer a la idea. Aún no puedo entender. Aún pienso que me despertaré", ha dicho, en una comparecencia ante un subcomité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes de Estados Unidos.

Cengiz fue la última persona que vio con vida a Jashogi antes de que entrara en el consulado el 2 de octubre para obtener unos documentos oficiales de cara a su matrimonio.

"Aún no sabemos cómo fue asesinado. No sabemos dónde está su cadáver", ha señalado la mujer, que ha reclamado la imposición de sanciones contra Arabia Saudí. Asimismo, ha pedido a Washington que presione a Riad para que libere a los presos políticos.

En este sentido, ha explicado que ha viajado a Estados Unidos para intentar obtener una respuesta más firme al asesinato de Jashogi. "Creo que elegimos entre dos cosas (...) podemos seguir como si no hubiera pasado nada (...) o podemos actuar", ha explicado.

"Podemos dejar de lado todos los intereses, los intereses internacionales y la política, y centrarnos en los valores para una vida mejor", ha manifestado. La Casa Blanca no se ha pronunciado al respecto.

Por último, Cengiz ha descrito a Estados Unidos como "una fortaleza" que protege los Derechos Humanos. "Esto es una prueba para Estados Unidos y creo que es una prueba que debería aprobar", ha remachado.

La relatora de Naciones Unidas que encabeza las investigaciones sobre el asesinato de Jashogi, Agnes Callamard, firmó en febrero que el periodista saudí fue "víctima de un asesinato brutal y premeditado, planificado y perpetrado por funcionarios de Arabia Saudí".

"El asesinato de Yamal Jashogi y la pura brutalidad del mismo han causado una tragedia irreversible para sus seres queridos. Asimismo, supone una serie de implicaciones internacionales que requieren la atención urgente de la comunidad internacional, incluida la ONU", agregó.

Callamard, que presentará su informe final en junio ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, resaltó entonces que las investigaciones de su equipo son "un paso necesario, entre otros, para revelar la verdad y una rendición de cuentas formal".

En este sentido, destacó que los esfuerzos de Turquía para investigar el caso han sido socavados por Arabia Saudí. "Desgraciadamente, se facilitó un momento y acceso inadecuado a los investigadores turcos para que llevaran a cabo un examen profesional y efectivo de la escena del crimen, tal y como requieren los estándares internacionales de investigación", sostuvo.

Jashogi, un periodista crítico con el régimen saudí que vivía fuera del país y que escribía para el diario 'The Washington Post', fue asesinado en el interior del consulado de Arabia Saudí en Estambul, poco después de entrar en el edificio.

Tras varias declaraciones contradictorias sobre lo que le sucedió a Jashogi, el régimen saudí reconoció que fue asesinado dentro de la legación diplomática por funcionarios que terminaron desmembrando su cuerpo.

El Gobierno turco ha dicho en anteriores ocasiones que está trabajando en colaboración con otros países en el marco de la investigación del asesinato de Jashogi y ha acusado a las autoridades saudíes de no estar cooperando para descubrir la verdad.

El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, mantiene que el asesinato de Jashogi fue ordenado en los más altos niveles de la jerarquía saudí, aunque el régimen saudí ha negado cualquier implicación del príncipe heredero, Mohamed bin Salmán.

Los fiscales saudíes han solicitado la pena de muerte para cinco de los once sospechosos detenidos por el asesinato del periodista crítico, que provocó la condena de la comunidad internacional y que dañó gravemente la imagen reformadora del príncipe heredero saudí.

Arabia Saudí ha afrontado una intensa presión internacional por el asesinato de Jashogi, también por parte de Estados Unidos, su principal aliado, cuyo Senado ha aprobado una resolución que culpa directamente al príncipe por el crimen.

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