Presidente Putin

El presidente ruso, Vladimir Putin.
El presidente ruso, Vladimir Putin, en San petersburgo.
Afp

Vladimir Putin manda en Rusia desde el año 2000. Un poder que hoy revalidará, sin ninguna duda, en unas elecciones que, dado que el Kremlin controla los medios y aparta con pocos miramientos a los disidentes, sería difícil calificar como democráticas. No obstante, Putin es realmente popular entre sus conciudadanos. Por dos razones. De una parte, consiguió poner fin al desorden interno de los años posteriores a la caída del comunismo, durante los cuales, con Yeltsin en la presidencia, los rusos recuperaban la libertad pero al mismo tiempo el país parecía hundirse en el caos. De otra, con sus algo más que enérgicas actuaciones en el exterior, como en Ucrania o en Siria, Putin ha infundido a los rusos la sensación de que vuelven a ser, igual que en los tiempos de la URSS, una potencia respetada en todo el mundo. Y sin embargo, Rusia tiene los pies de barro. Su economía depende demasiado de las exportaciones de petróleo y gas y por eso apenas crece desde que en 2014 los precios del crudo se derrumbaron. Pero, con sus 65 años, sus misiles hipersónicos, sus ‘hackers’ y sus venenos para liquidar espías, Putin seguirá siendo un inquietante jugador del ajedrez internacional.