Reyal Urbis, uno de los gigantes inmobiliarios arrasados por la crisis y en suspensión de pagos desde febrero de 2013, entrará en liquidación con una deuda de unos 4.500 millones de euros. La compañía se ha visto abocada a la extinción después de que sus acreedores, entre los que figuran Hacienda y la Sareb, hayan rechazado la última propuesta que les planteó para salvar este pasivo. De esta forma, la empresa presidida por Rafael Santamaría protagonizará la segunda liquidación de una gran inmobiliaria tras la de Martinsa Fadesa, cuya deuda ascendió a unos 7.000 millones.

Reyal Urbis es una de las clásicas empresas que aparecen en la lista de morosos que publica la Agencia Tributaria. Y es que la compañía adeuda al Fisco unos 400 millones. Una cantidad que se incrementa hasta cerca de 1.000 millones con el banco malo (Sareb). Entre los grandes acreedores también se encuentran algunas de las principales entidades financieras como Santander.

El plan planteado por la empresa para evitar la liquidación buscaba un acuerdo con Hacienda por un lado y con los bancos por otros. A estos últimos les ofrecía abonar la deuda con la dación de activos inmobiliarios, algo que debido a su depreciación suponía una quita. La iniciativa, sin embargo, sólo logró el respaldo de un tercio de los acreedores.