Literalmente de la noche a la mañana Estados Unidos y el mundo entero se ha despertado a lo inesperado: Trump presidente electo.  Lo que hace unos meses la mayor parte de la población se lo tomaba como una comedia, que ni siquiera los guionistas de Hollywood hubieran escrito tan retorcida como la realidad que hemos vivido, se ha convertido en una realidad que ha sacudido la economía y la política internacional. 

El día en Boston ha amanecido gris y frío. ¿Es esto el preludio del reinado de Scar, el personaje mas afín a Trump en 'El rey leon'?  esperemos que no. Es cierto que hemos vivido un acontecimiento único en la historia de este país, pero después del estupor, la incredulidad, pasaremos a la resignación, a la aceptación y a la esperanza de que, como ocurre casi siempre en la política, las promesas del candidato se quedaran, utilizando un termino aragonés, en agua de borrajas.

Después de todo, el presidente es la cabeza visible, pero la maquinaria política se mueve gracias a un equipo de gobierno y de consejeros que esperemos tengan más “cabeza” que la cabeza. Nuestro futuro depende de ello.