Amatrice intenta renacer un mes después del terremoto

Unos 3.000 vecinos de la castigada localidad italiana todavía viven en caravanas, a la espera de que el Gobierno de Renzi reconstruya sus casas.

Destrozos que causó el terremoto en Amatrice.
Cinco días después del terremoto Amatrice recobra un poco de calma
Efe

Lucia, su marido y sus dos niños, de ocho y cinco años, llevan un mes durmiendo fuera de casa: primero pasaron las noches en una tienda de campaña y luego en una caravana que les trajeron hasta Capricchia, una aldea situada a pocos kilómetros de Amatrice, la localidad del centro de Italia más castigada por el terremoto que el pasado 24 de agosto provocó 297 muertos. Un mes después del temblor tratan de volver a la normalidad con dificultades aunque con la conciencia de que son unos verdaderos afortunados, pues el seísmo se llevó por delante la vida de familiares, amigos y vecinos. A ellos sólo les metió el miedo en el cuerpo y les dejó la casa con algunos daños. Los técnicos les han dicho que pueden volver a vivir en ella, pero no se atreven a dejar la caravana hasta que les pongan por escrito que su vivienda es segura. "Si la Policía te descubre dentro sin que tengas un permiso te multa. El otro día entré a poner una lavadora, a la salida me encontré un guardia y me lo advirtió", cuenta Lucia.


Las réplicas, el miedo y las incomodidades propias de vivir en una zona devastada hace un mes por un terremoto no han convencido a la mayoría de los habitantes de Amatrice para abandonar su tierra, aunque con ello tengan que aguantar en caravanas o en tiendas de campaña la lluvia y el frío, que en esta zona de montaña suelen llegar siempre pronto. La mayoría vive de la ganadería y no quiere dejar a sus animales. Aguantan de momento como pueden. Según los datos de la Protección Civil, hay 3.000 vecinos que todavía están recibiendo asistencia de ese organismo, que espera reducir en los próximos días el número de familias que duermen en tiendas. 2.500 personas están a la espera de ser realojadas.


El primer ministro, Matteo Renzi, trató ayer de insuflar seguridad y optimismo entre los habitantes de Amatrice y de las otras localidades cercanas golpeadas por el terremoto al hacer balance de cómo se ha respondido a la tragedia hasta el momento y explicar cómo será la reconstrucción. Como ya hizo cuando visitó Amatrice, garantizó que se tendrá en cuenta la opinión de los residentes. "Estos pueblos serán reconstruidos como eran antes y donde estaban antes". Trató así de asegurar que no se repetirá lo que se hizo tras el terremoto de 2009 en L'Aquila, cuando se levantaron barrios nuevos y el casco histórico de la ciudad quedó en estado de semiabandono. Renzi contó que el seísmo ha provocado unos daños materiales de al menos 4.000 millones de euros.


Para intentar evitar las malas experiencias del pasado y organizar bien la reconstrucción, el Gobierno ha nombrado un comisario extraordinario encargado de esta tarea, Vasco Errani, quien compareció junto al primer ministro para explicar que las rehabilitaciones de los edificios existentes y las nuevas construcciones estarán preparadas para resistir a futuros terremotos. Errani garantizó además que serán reconocidos por el Estado todos los daños provocados por el temblor.

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