El Papa visita Amatrice y otras localidades devastadas por el terremoto en Italia

"No he venido antes para no crear problemas debido a vuestra situación. No quería molestar", dijo el Pontífice a los damnificados.

El papa Francisco este martes en Amatrice.
El Papa visita Amatrice y otras localidades devastadas por el terremoto en Italia
Efe

Un anciano solo vestido de blanco que reza en medio de un panorama cargado de dolor. Jorge Mario Bergoglio propició esta imagen, que recuerda a estampas recientes como las que protagonizó en el campo de exterminio nazi de Auschwitz o ante el muro que separa México de Estados Unidos, durante la visita que hizo a Amatrice, la localidad más golpeada por el terremoto que el pasado 24 de agosto sacudió el centro de Italia y dejó 297 muertos. El Papa llegó a la 'zona cero' del seísmo por sorpresa, con un séquito reducido y sin avisar a la prensa, pues quería presentarse "solo, como sacerdote, como obispo, como Papa, pero solo". Deseaba estar "cerca de la gente" y no molestar a los damnificados con la legión de prelados, funcionarios y periodistas que suelen acompañarle, según comentó el pasado domingo durante el vuelo de vuelta a Roma tras su peregrinación por Georgia y Azerbaiyán. Eligió Bergoglio para acudir a la zona golpeada por el terremoto una fecha significativa: la festividad de San Francisco de Asís, el santo en quien se inspiró a la hora de elegir su nombre como Pontífice.


El Papa comenzó su visita privada en la escuela de Amatrice, una instalación provisional que hubo que acondicionar a toda prisa porque el colegio de la localidad quedó destrozado por el seísmo. Allí saludó a los chavales y a sus profesores antes de hablar con algunos supervivientes, entre ellos un hombre de mediana edad que no pudo aguantar las lágrimas cuando le contó a Bergoglio que había perdido a su mujer y a sus dos hijos por el temblor. "Desde el primer momento, sentí la necesidad de estar aquí. De mostrar mi cercanía y de rezar por vosotros. Esto es lo que os traigo", les dijo el Papa con un megáfono a los damnificados, 3.500 de los cuales siguen recibiendo asistencia en los campamentos de la Protección Civil. "No he venido antes para no crear problemas debido a vuestra situación. No quería molestar".


Acompañado por Domenico Pompili, obispo de Rieti, la diócesis a la que pertenece Amatrice, el Papa se dirigió luego al casco antiguo de la localidad, la zona más afectada por el sismo. Frente a las montañas de cascotes, Bergoglio escuchó primero las explicaciones de los bomberos antes de rezar solo durante unos instantes ante la devastación que se abría frente a él. Visitó más tarde las otras localidades que sufrieron el temblor: Accumuli, Arquata y Pescara del Tronto. Durante su estancia en la zona se registró una réplica de 3,6 grados de magnitud.

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