Berlín se opone a enviar armas a Kiev y apuesta por la diplomacia

La ministra alemana de Defensa cree que aportar más armas puede "distanciarnos aún más de la solución que queremos".

Alemania se opuso a enviar armas a Kiev para combatir a los prorrusos del este de Ucrania, como propone Estados Unidos, pues cree que esto solo promoverá una escalada de la violencia, cuando aún hay opciones para una solución diplomática.


"El aporte de más armas a Ucrania puede distanciarnos aún más de la solución que queremos", aseguró la ministra alemana de Defensa, Ursula von der Leyen, al intervenir en la Conferencia de Seguridad de Múnich (MSC), una cita considerada el "Davos de la defensa" que se celebra desde hoy hasta el domingo.

P

oco después de que Von der Leyen hablase, la canciller alemana, Angela Merkel, y el jefe del Estado francés, François Hollande, mantenían una reunión en Moscú con el presidente ruso, Vladímir Putin, para presentarle el "plan de paz" que avanzaron ayer al dirigente ucraniano, Petró Poroshenko.


Aunque no han trascendido detalles del plan franco-alemán, por diversas informaciones coincidentes parece que la propuesta, quizá el último cartucho de la diplomacia europea, busca "congelar" el conflicto con el destacamento de tropas internacionales de pacificación y evitar que prospere la idea de Washington de enviar a Kiev armas defensivas.


A juicio de Von der Leyen, estrecha colaboradora de Merkel, "ya hay demasiadas armas en la región" y el suministro de armamento a los soldados ucranianos sólo empeoraría la situación y recrudecería los combates en las regiones más afectadas por el conflicto.


La ministra alemana puso en duda que el envío de más armas al este de Ucrania vaya a mejorar la situación de la población civil o, siquiera, a asegurar la victoria de las tropas de Kiev sobre los rebeldes respaldados militar y financieramente por Rusia.


El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, indicó también en la MSC que no es competencia de la alianza decidir sobre el suministro de armamento a terceros países y dejó esta decisión en manos de cada uno de los Estados miembros.


Stoltenberg, sin embargo, sí que aprovechó para culpar a Rusia por completo de la crisis ucraniana y exigió a Moscú "un cambio de rumbo" que permita la estabilización de su vecino occidental.


Con respecto al refuerzo de la presencia de la OTAN en el este de Europa, con los vuelos de reconocimiento y la disposición de unidades de intervención rápida, Stoltenberg señaló que estos movimientos son una respuesta "defensiva" y "proporcional" al "riesgo" que supone la amenaza rusa, además de estar en línea con las "responsabilidades" de la alianza.¿Armas o no?

El general estadounidense Philip Breedlove argumentó, al participar en una mesa redonda de la MSC, que Occidente debería enviar armas a Kiev, ya que las medidas aplicadas hasta el momento para influir en la crisis ucraniana no han surtido el efecto deseado. "Tenemos que aceptar que hay una amplia paleta de medidas que podemos utilizar. Y si las que hemos empleado hasta el momento no han funcionado como esperábamos, entonces deberíamos usar todas las herramientas que tenemos a disposición", apuntó.


El conflicto en el este de Ucrania, que estalló hace nueve meses y se ha cobrado la vida de más de 5.300 personas según la ONU, se ha recrudecido últimamente, pese a los repetidos esfuerzos de mediación de Alemania y Francia.

En la 51ª edición de la MSC participan una veintena de jefes de Estado y Gobierno, unos 60 ministros de Exteriores y Defensa, cerca de 40 directivos de grandes empresas trasnacionales y representantes de ONG internacionales.

Mañana está prevista la jornada clave de la conferencia, con la participación de Merkel, Poroshenko, el vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden; el secretario de Estado de EEUU, John Kerry, y el ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov.