Internacional

Un enfermo de cáncer terminal y su novio, primer matrimonio homosexual de Uruguay

Igualdad de derechos

La situación de uno de los novios, en fase terminal, permitió una agilización de los prodecimientos.

Un enfermo de cáncer y su novio, primer matrimonio gay de Uruguay
IVÁN FRANCO/EFE

Un enfermo de cáncer terminal y su novio desde hace décadas se han convertido este lunes en la primera pareja homosexual que contrae matrimonio en Uruguay, apenas horas después de que se abriese el registro para este tipo de uniones y haciendo uso de una prerrogativa que permite las bodas 'in extremis' en caso de que la vida de uno de los contrayentes corra peligro.


La legislación contempla la reducción de los procedimientos para poder realizar el acto matrimonial lo más pronto posible si se demuestra que uno de los contrayentes se encuentra en una situación crítica, en la que peligra su vida.


El director del Registro Civil, Adolfo Orellano, ha confirmado que el acto se ha llevado a cabo en un centro médico de Montevideo y además ha informado que se trata del "primer matrimonio realizado" entre dos personas de mismo sexo en Uruguay, según informa el diario 'El Observador'.


Recientemente había trascendido en la prensa la anotación del matrimonio entre Sergio Miranda y Rodrigo Borda, el cual había sido el "primero en iniciarse". Orellano ha indicado que "son situaciones diferentes, ahí ya no hay una cuestión de extrema alegría, por decirlo de alguna manera, sino que hay todo un componente médico".


Uno de los esposos sufre cáncer


Uno de los esposos de la pareja homosexual que hoy se ha convertido en la primera en contraer matrimonio en Uruguay se encuentra en situación terminal, fruto del padecimiento de cáncer; situación que ha motivado la oportunidad de casarse apenas ha entrado en vigor la ley de matrimonio igualitario.


La oficial de la oficina 1 del Registro Civil, Luisa Salaberry, tras recibir un comprobante médico que acreditaba el estado de inminente peligro de muerte de uno de los contrayentes, se trasladó al centro de salud a realizar la ceremonia de casamiento.


"Fue muy emotivo, muy emotivo", ha expresado la oficial actuante, que ha contado que fue una ceremonia íntima de la que participaron los testigos y otros allegados. El enfermo, durante la ceremonia estuvo muy lúcido, ha explicado Salaberry.


"El matrimonio in extremis se hace cuando las condiciones de salud no permiten realizar el trámite normal que requiere una espera de nueve días hábiles entre la celebración y la inscripción. Queda condicionado a la validación judicial posterior", ha añadido la funcionaria.