Los bares 'raros' del Tubo de Zaragoza que triunfan más allá de las propuestas de tapas y vino
Esta ruta permite degustar salchichas y bocatas de focaccia, viajar a la época rococó o sumergirse en el ambiente de un local clandestino.
El cierre reciente del restaurante Pamparola, que llegaba a Zaragoza para convertirse en el buque insignia de un nuevo Tubo, deja en el aire una pregunta a la que se intenta dar respuesta en este reportaje: ¿Es posible triunfar en esta popular zona de ambiente con propuestas hosteleras que se alejen de la idea de tapa, ración, caña o vino y barras atestadas de clientes? Un paseo por las calles principales del Tubo zaragozano invita a pensar que sí, que es posible. En la ruta que se propone a continuación, se detalla el día a día de unos cuantos negocios que lo han conseguido o que están en vías de hacerlo.
Alehoop (c/ Méndez Núñez, 23) es una salchichería peculiar. La bailarina de El Plata, Inma Chopo, ha encontrado acomodo en ella y sugiere con desparpajo a los clientes que entran al pequeño local que “aquí se viene a jugar”. Las salchichas se elaboran en un obrador de Zaragoza y antes de insertarlas en el panecillo pasan por la máquina de vapor.
Lo del juego tiene que ver con los ingredientes que propone Inma como acompañamiento: un amplio surtido de salsas picantes, alioli, pepinillos, jalapeños, mostazas, cebolla crujiente, palomitas, cheetos… “Todo está pensado para que cualquier combinación que elijas esté rica”, comenta. Lo siguiente que llama la atención es el precio: 2,5 euros. Y no hay límite ni coste añadido a la hora de incorporar productos.
Justo al lado está La Recámara (c/ Méndez Núñez, 27), donde Nicolás Cortés ofrece un amplio surtido de bocadillos con un aire muy italiano. De hecho, el pan que emplea es focaccia y la mayoría de los ingredientes que pone en su interior están vinculados al país transalpino: salami, porchetta, pastrami, mortadela…
Estos productos son los principales, pero tan interesantes o más son los acompañamientos: cremas de queso, miel y mostaza, salsa trufada… Para las meriendas, uno de los bocatas que más triunfa es el de Nutella. “Pan tostado y mucha Nutella -comenta Nicolás-, a los chavales les encanta”.
La Casa de Doña Joaquina abrió hace unos meses en el número 2 de la calle José Pellicer Ossau. Es una pequeña gastrotaberna que dirigen Betania Romero y su familia. El contenido es similar al que se puede disfrutar en otros locales del Tubo: tablas de queso y embutidos, torrezno de Soria y un buen surtido de tapas clásicas.
Sin embargo, lo que hace que este local sea diferente y especial es el continente. El nombre está vinculado a la que fue la dueña del edificio donde se ubica. “Le pregunté a su hija y me dejó ponerlo”, confiesa Betania. Para la decoración se han elegido mesas de forja, sillas y pequeños sofás de estilo rococó y lámparas de época. En fin, que la ambientación tiene poco que ver con el bullicio del Tubo. Eso, precisamente, es lo que se busca, un lugar tranquilo para viajar en el tiempo.
En Ö Gastrobar (c/ Cuatro de Agosto, 14) los colores cobre y turquesa son los grandes protagonistas. Mesas, taburetes, paredes... Todo va en la misma tonalidad buscando un ambiente ochentero en el que la iluminación cambia a lo largo del día.
Emilio Peña quiere llenar el hueco del tardeo e impulsar la copa de la noche con este proyecto. Eso sí, sin descuidar las tapas del vermú o el cocido de los jueves. Cualquier viernes o sábado por la tarde suele haber una buena fila para entrar, ya que se controla el aforo para que los clientes hablen y bailen tranquilamente.
El Federal Cocktail Bar (c/ Ossau, 7) es una coctelería con corazón mexicano que a partir del mes de enero se va a desmarcar de las propuestas más clásicas de este país ofreciendo copas y cócteles distintos. En cualquier caso, de momento hay recetas de la carta de Distrito México que se pueden pedir.
En la parte culinaria, tacos, enmoladas y quesadillas tienen mucha presencia y, para acompañar, los cócteles que más se piden son white negroni, babel pink y humito de canela. Pues eso, a probar.
El colofón de los 'raros' del Tubo llega de la mano de Calling Room Speakeasy, del que no puede darse la dirección y con el que tan solo se puede contactar por sus redes sociales o por WhatsApp (644 459 012). Sin duda alguna, la experiencia en este establecimiento es la más diferente de todas para disfrutar de u
