A tu rollo suma crepes, tortitas y café de especialidad a sus helados tailandeses

El nuevo local de la calle Albareda incorpora productos salados y un brunch que se puede tomar a cualquier hora del día.

Sofía Zambrano y Amín Rivas, en la nueva cafetería de la calle Albareda.
Sofía Zambrano y Amín Rivas, en la nueva cafetería de la calle Albareda.
A. Toquero

El helado 'enrollado' llegó a Zaragoza en 2018 y en estos cinco años son varias marcas las que han impulsado esta forma de tomar un helado que nació en Tailandia. Los venezolanos Amín Rivas y Sofía Zambrano fueron los primeros en subirse a este tren abriendo la heladería A tu rollo en la calle Prudencio.

Sin embargo, con el paso del tiempo se les ha quedado pequeña y desde hace unas semanas han encontrado acomodo en un local más grande en el número 3 de la calle Albareda. “Ahora tenemos cocina y catorce mesas donde la gente se puede sentar tranquilamente a degustar nuestros productos; además, la oferta ha crecido, no solo con helados y elaboraciones dulces, sino también con algunas opciones saladas”, comenta Sofía. Con esta propuesta, A tu rollo se asemeja mucho más a una cafetería.

Eso sí, en la cocina no falta la plancha donde Amín sigue preparando los helados. La enfría hasta que llega a 35 grados bajo cero y en ese momento echa por encima la base neutra líquida del heraldo. Lo siguiente es añadir los sabores. “En esta nueva etapa -comenta- los hemos reducido bastante; nos hemos centrado en los que más éxito han tenido en los últimos cinco años, como son los de pistacho, chocolate o yogur de frutas”.

Añadiendo el aceite a la placa helada.
Añadiendo el aceite a la placa helada.
A. Toquero

Amín ha incorporado alguna novedad, como es el helado de aceite de oliva virgen extra, que se prepara con Caius de la denominación de origen Sierra del Moncayo. Lo mezcla con la base líquida y enseguida se solidifica mientras lo manipula con una espátula. Con esta herramienta termina de darle la forma de rollo a medida que adquiere una textura sólida.

Junto a la singular heladera, también tiene una crepera que evidencia el nuevo rumbo del negocio alrededor de los helados tailandeses y de la mezcla de productos dulces y salados. “Una de las crepes que más éxito está teniendo es salada y lleva los ingredientes de la arepa reina pepiada”, comenta Sofía.

Gofres, tortitas americanas, 'cheese cakes', batidos, tostadas… La oferta no ha dejado de crecer desde que abrió sus puertas. “Las presentaciones también han cambiado, ahora son mucho más gourmet; no es lo mismo vender un producto para llevar a casa que servirlo en una mesa”, prosigue.

El helado, tal y como queda una vez enrollado.
El helado, tal y como queda una vez enrollado.
A. Toquero

Por la mañana, la propuesta se completa con bocatines, repostería y tartas. Pero lo más importante y de lo que más contentos están los propietarios es de haber incorporado café de especialidad: “Cada vez hay más cultura alrededor del café y en nuestro local queremos contribuir a potenciarla”, aseguran.

Otra opción que ha encajado muy bien es el brunch en el que se combinan los argumentos dulces y salados. Incluye gofres, tequeños, mini crepes y tortitas americanas sin cobertura, además de café, zumo o la posibilidad de tomar una mimosa (cava y naranja).

Cuesta 20 euros y es ideal para dos personas. Amín y Sofía han decidido que se pueda tomar a cualquier hora del día y tras la buena acogida del verano confían en dar la campanada con este brunch en el otoño y el invierno.

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